RESUMEN ENTRADA ANTERIOR:
"Si aceptamos que la vida tiene sus límites, asumamos desde ya compromisos irreversibles, que al final son los que generan mayor satisfacción. Pongo un ejemplo de mi propia cosecha: si decido que tocar el piano es muy importante para mí, y que debo dedicarle una hora diaria, estoy dejando de lado todas las otras posibles maneras de emplear ese tiempo. Al determinar la prioridad y atarme a ella sin reservas estoy más centrado, más seguro de mí mismo, y definitivamente menos distraído"
OS RECOMENDABA LA SEMANA PASADA la lectura del ensayo de Burkeman "Cuatro mil semanas. Gestión del tiempo para mortales" (1) La idea clave del libro es que, cuanto más nos esforzamos en hacerlo todo, menos tiempo nos queda para lo realmente importante. Burkeman no dice qué es lo que debemos considerar importante, pero sí alerta de la trampa que supone tener todas las opciones abiertas.
Dejar pasar experiencias, ir a menos sitios, estar menos tiempo en redes, nos permite centrarnos en la diminuta cantidad de propósitos para los que en realidad tenemos tiempo. Topamos entonces con el problema más habitual, con el aburrimiento. Les pasa a nuestros alumnos. Quieren estudiar, lo intentan, y los pocos días abandonan porque no les gusta, eso dicen, les aburre. No les pasa sólo a ellos. De repente, aquello que estábamos decididos a hacer, que era tan importante, resulta tan tedioso que no podemos soportar concentrarnos en ello ni un día más. Tendemos a pensar que nos cansamos porque no nos interesa demasiado lo que estamos haciendo, sea lo que sea. ¿Habré elegido mal? No, responde Burkeman, No hay proyecto difícil que no nos enfrente con nuestras limitaciones. En lugar de paz y concentración, encontramos malestar, frustración, tedio.
La idea del “malestar de lo que importa” es central en el libro. Burkeman nos dice que hacer lo importante no suele ser placentero. No nos aburrimos porque hayamos elegido mal, sino porque toda tarea significativa nos confronta con nuestra vulnerabilidad: la dificultad de mantener la atención, el miedo al fracaso, el deseo constante de distracción.
Esa incomodidad —que confundimos con “falta de interés”— es en realidad la señal de que estamos haciendo algo que importa. Por eso Burkeman propone aprender a tolerar ese malestar en lugar de huir hacia actividades más gratificantes a corto plazo. (Continuará)
1) Oliver Burkeman, Cuatro mil semanas. Gestión del tiempo para mortales. Barcelona, Planeta, 2022.
En la imagen, portada del libro.