Errata, equivocación que se comete en un texto impreso o manuscrito: ilustroción en lugar de ilustración, decosnocido en vez de desconocido. Errata es también el título de las memorias de George Steiner, pensador y estudioso de la cultura europea recientemente fallecido. Steiner, de familia judía, vivió los periodos más oscuros de la historia del siglo XX. Sin embargo este libro es inexplicablemente luminoso. Habla en él de su infancia, un verdadero "festival de exigencias" que pese a todo recuerda con agradecimiento. Agradecimiento al padre que no le permitía leer un nuevo libro hasta que no se aseguraba de que el anterior había sido comprendido, de la madre que esperaba pacientemente a que se abrochara él solo los cordones de los zapatos.Nacido con un brazo inútil, Steiner tuvo la opción fácil de usar zapatos con cremallera, pero su mamá (“el genio de mi madre, una gran dama vienesa”) decidió que no: “Vas a tener que abrocharte los cordones de los zapatos”. El que tiene dos manos hábiles no se da cuenta, pero atarse los cordones de los zapatos requiere una gran habilidad. Steiner cuenta que gritaba y lloraba pero que en pocos meses aprendió a hacerse el nudo de los zapatos con cordón (1)Se me vino el otro día el libro a la cabeza porque, de algún modo, también a nosotros nos pasa que nos han descolocado las letras del texto que nos tocaba leer, que esta vida no es la que imaginábamos meses atrás. Al igual que Steiner niño, de pronto nos parece habitar "el oscuro aunque mágico paisaje de un país condenado". Es consciente Steiner de que las cosas deberían haber sido distintas, de que le tocó vivir situaciones crueles: discapacidad, guerra, exilio. Lo hermoso es cómo, con voluntad e inteligencia, no sólo tuvo una vida plena sino que relata dichas dificultades como el camino recorrido hacia una felicidad que nunca se le escapa: la encuentra en la mesa de trabajo, en el libro que le apasiona, en la música que escucha, en la confianza que le inspiran sus padres, por duros que sean sus métodos. Me consuela leer a Steiner estos días en que la tristeza me invade y pienso que ahora también mis alumnos (mis niños como yo digo) se ven obligados a "atarse solos los zapatos": a estudiar desde casa, a tirar de fuerza de voluntad, a encontrar la lógica a una situación extraña. El padre de Steiner le dice a su hijo, que contempla estupefacto una manifestación contra los judíos "eso se llama historia, nunca debes tener miedo". Os digo lo mismo: esta es nuestra historia, no debemos tener miedo. Os quiero. Cecilia.
1) https://www.razon.com.mx/columnas/tres-momentos-en-la-vida-de-george-steiner/