Muy buenas, Cecilia. Le escribo para despedirme como se merece. Eso no quita para que sigamos en contacto pero pensaba que era necesario. Ha sido un placer estar este año otra vez en su aula de música. Si le soy sincero, elegí la asignatura por Ud. Ha sido más que una profesora para mí y la recordaré en el futuro. Es muy bonito que haya intentado ofrecer la asignatura más años para estar con nosotros. Se lo agradezco. La echaré de menos pero no olvide que aquí seguirá estando su querido alumno, Óscar
Querido Óscar: esta vez he tardado más en contestar porque tus palabras y tu delicadeza me han llegado al alma, y no quería ofrecerte una respuesta apresurada. Aciertas en todo, en el tono y en la forma, pero especialmente al reconocerte como "querido alumno" pues eso es exactamente lo que eres. Desde tus inicios en 2º de la ESO hasta ahora nunca han dejado de sorprenderme tu inteligencia y sensibilidad, siempre al servicio de algo más grande: la memoria de los pueblos perdidos, la defensa de la España vacía y el recuerdo de los que ya no están. Te prometí que acabaría el Himno de Arandilla del Arroyo y aquí está, con las palabras que tú escogiste. Eres excepcional y me impresiona que me digas que me recordarás en el futuro pues conociéndote sé hasta qué punto eso es cierto. Un abrazo, Cecilia