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domingo, 19 de junio de 2022

O DE OLVIDO, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

Un atractivo pianista que ya ha dejado atrás la juventud recibe un día la "Carta de una desconocida". Escribe la mujer con la que ha mantenido breves encuentros a lo largo de los años y a la que ha relegado al olvido, aunque ella le ha amado con desesperación. Nos muestra esta novela de Stefan Zweig las dos caras de la memoria, el alivio y el dolor de olvidar. Pues si bien es cierto que hay cosas que preferiríamos no recordar, no lo es menos que hay otras que deseamos llevar para siempre en nuestro corazón. El protagonista de este relato, indiferente al amor profundo que ha despertado en otra persona, tendrá que afrontar la soledad y el remordimiento cuando esa persona ya no esté. Porque no es posible olvidar selectivamente, porque también lo que nos duele nos construye. Otra desconocida, Clara, que a veces escribe por aquí y deja la estela de su profunda sensibilidad, opina: "olvidar el tiempo que viviste, olvidar dónde fuisteis, aquel regalo que te hizo por tu cumpleaños, esas cosas que nunca debes olvidar, así como el lugar del que vienes y lo que más importa: lo que tú eres, quién eres, cómo eres; así podrás entender tu vida y cómo la puedes disfrutar"



4 comentarios:

  1. Buenos días. El olvido; cuántos dolores de cabeza da el poder definir el olvido.
    Bajo mi punto de vista hay distintos olvidos; uno como por ejemplo: "!Se me ha olvidado traer el trabajo a clase! ¿Qué puedo hacer?" Y otro como por ejemplo: "Esa persona a la que yo dediqué tiempo ya no se acuerda de mí; me ha olvidado."
    El primer tipo de olvido es un olvido que tiene solución en todos sus casos, siempre puedes contar lo ocurrido al profesor y si es verdad, te entenderá y se llegará a una solución. Sin embargo, en el segundo tipo de olvido, no siempre tiene solución; más es sabido que si una persona te ha olvidado, es difícil que vuelva a recordarte, quizás lo haga, pero tu tampoco puedes saberlo. No sólo olvidar a alguien (algo que nunca debes hacer) sino olvidar el tiempo que viviste con él, olvidar donde fuisteis, aquel regalo que te hizo por tú cumpleaños; esas cosas que nunca debes olvidar, así como el lugar de dónde vienes y lo que más importa: lo que tú eres. Nunca puedes olvidar quién eres, eso es lo más importante, debes entender como eres y saber lo que puedes hacer y lo que no; así podrás entender tu vida y como la puedes disfrutar.
    Gracias por vuestra atención, un cordial saludo:
    Clara.

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    1. Buenos días, Clara. Qué cosas más inteligentes y hermosas escribes, ¿tendré el placer de conocerte algún día? Muchísimas gracias por tus aportaciones, que me ayudan a expandir mis ideas iniciales. Un abrazo.

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  2. Muy buenas Cecilia, soy Óscar Tablero Platas. Esta es una gran publicación, y el tema que trata me parece muy interesante. También me gustaría felicitar a Clara por su gran comentario. Olvidar para mi y tal vez para alguien más es una mala palabra. Hay gente que lo quiere recordar todo, lo bueno y lo no tan bueno. Yo soy de estas personas y últimamente me he dado cuenta de un tipo de olvido. Un olvido que no te hace olvidar el recuerdo pero cuando lo recuerdas no lo vives con la misma intensidad que la primera vez. Esto en ocasiones puede ser bueno y malo. Por ejemplo, uno recuerda con la misma angustia y dolor una herida que sucedió hace años, al mismo tiempo otro ejemplo es la mirada que tenemos del mundo, cuando éramos muy pequeños mirábamos asombrosos el mundo a nuestro alrededor pero ahora nos parece tan común. Para mi esto me parece una pena, no lo olvidas cómo tal pero olvidas la intensidad de la experiencia. El paso del tiempo es el causante de esto. Claramente, el paso del tiempo nos ayuda a recordar esos malos momentos que no queremos recordar. Pero aquí viene otra pregunta ¿y si no quieres olvidar ese mal momento? Para muchos esto será difícil de pensar incluso ni se lo plantearán ninguna vez. A lo mejor esta gente no se ha parado a pensar en el valor de recordar estos momentos pues de los errores se aprende, y quizás te haga recordar quién eres y así no te engañen tan fácilmente.
    Obviamente, todo esta muy bien leerlo, entenderlo o aprender pero claramente por mucho que queramos hay cosas que se nos escapan y no podemos recordarlos solo porque queramos. A mi claramente me parece asombroso el trabajo del cerebro y sin duda olvidar cosas me duele mucho. Las enfermedades que afectan a este parte del cerebro son dolorosas y espero que algún día se encuentre una cura para ellas. No deseo una enfermedad de esas ni a mi peor enemigo pues el recuerdo es uno de los mayores regalos que nos fue otorgado, y no solo a nosotros también ciertos animales la poseen.
    Muchas gracias por la atención, me ha encantado esta entrada y hacer este comentario pues un tema que a mi especialmente me fascina.
    Un saludo y gracias.

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    1. Magníficas palabras Óscar; no tienes que felicitarme nada. Estás palabras me hacen replantear y extender mis ideas anteriores. En cuanto a lo de la intensidad del recuerdo que no olvidas, es cierto que ya no es el mismo cuando lo recuerdas, pero no por eso lo vives con menor intensidad, siempre queremos volver a donde fuimos felices, a donde tenemos ese "feliz" recuerdo, pero cuando estemos ahí, en lugar de sentir felicidad, sentiremos dolor; dolor por ver que eso que te hacía feliz ya no está, que no todo era como cuando eras un niño, lleno de asombro y fascinación, sin preocupaciones y viviendo felizmente; yo una vez le dije a mi novio: "No quiero envejecer contigo, quiero que sigamos siendo niños juntos".
      El olvido da mucho de que hablar pero somos nosotros lo que elegimos que recordar o que no, en mi opinión; prefiero no olvidar absolutamente nada, por que piensa una cosa si un momento que solo tu has vivido, lo olvidas, ese momento ha sido borrado de la historia y perder parte de tu historia, es algo que no creo que nadie quiera. Recordar nos causará dolor, pero olvidar, a largo plazo, nos causará más; ¿Cómo vas a contar tus anécdotas a tus nietos si las has olvidado?
      Esto es simplemente una aportación, en la mayoría de aspectos coincido con lo citado.
      Buenas tardes y un cordial saludo,
      Clara.

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