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domingo, 23 de abril de 2023

S DE SENTIDOS, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

 

Asociamos la música con el sentido del oído y por eso nos asombra que un sordo como Beethoven continuara componiendo ( ¡y de qué forma!) hasta el final de sus días, cuando su capacidad auditiva era ya practicamente nula. También continuó tocando el piano, tratando de percibir con el cuerpo las vibraciones emitidas por el instrumento. El sentido del tacto le guiaba a través del teclado corroborando las ideas que se estaban generando en su cabeza, ideas que conservó la capacidad de escuchar mentalmente. 
El verbo empleado para describir la acción de hacer música es precisamente "tocar" ya que la presión, dureza y textura del instrumento explica cómo se está comportando el sonido. Por otra parte, al anotar la música en pentagramas, el sentido de la vista nos permite leer música y corregir lo que está escrito. Puede leerse una partitura al igual que se leen libros. Es nuestro cerebro el que, al descifrar los signos, pone voz al narrador y a los personajes. Por cierto, que si se ha perdido el sentido de la vista se puede, de nuevo, recurrir a la lectura por tacto que inventó el músico ciego Louis Braille.
 De la interacción entre sabores y sonidos hay evidencias cognitivas. Ciertas música nos parece "dulce" y otra la percibimos como "amarga". Los músicos no ignoran estas asociaciones y las emplean para elaborar partituras que expresan esos mismos "gustos". 
Finalmente, recordemos aquí que todo perfume tiene "notas": ligeras o de salida, medias o de corazón, pesadas o de fondo. Forman acordes que pueden ser más o menos consonantes o disonantes, como la misma música. Los anuncios de fragancias y colonias van acompañados de melodías y ritmos que se adaptan al aroma que el posible consumidor no percibe pero sí imagina.
Me diréis: ¿qué nos ha querido contar Cecilia hoy? Pues algo muy importante. Que en la vida no hay que estar pendiente de lo que no tenemos, sino de lo que sí está a nuestra disposición. El cerebro tiene maneras muy bellas de ayudarnos a compensar nuestras carencias. Eso sí, hay que esforzarse en descubrirlas.

domingo, 16 de abril de 2023

S DE SILENCIO, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

 

La S es una da las pocas letras de nuestro idioma que pueden repetirse con significado propio. Escuchamos Ssssss... y se impone ese silencio que está en el origen mismo de la palabra no pronunciada, pero compartida en tantos idiomas: silencioso, silencieux, silenzioso, silent. Señala Gregorio Salvador en su Historia de las letras que las palabras cargadas de eses describen acciones muy similares y menciona bisbisar (hablar entre dientes), susurrar, que es hablar bajito, sisear para manisfestar desagrado y suspirar para denotar ansia o pena (1)

El silencio existe aún antes de ser mentado, y es obligado en una sala de conciertos, en una conferencia o durante una clase, en los momentos de meditación, en el recogimiento de un acto religioso. Sin silencio, la música sería sofocante, intolerable. Una conversación es caótica si todos hablamos a la vez. Los músicos aborrecen el aplauso anticipado que ahoga la reverberación de la última nota y, más allá del sonido, el propio significado de la obra interpretada. Un amigo que te revela sus preocupaciones agradece tu silencio mucho más que cualquier consejo. 

El silencio interior también es muy importante. Necesitamos acallar ese alboroto mental en que damos vueltas a las mismas ideas una y otra vez, sin encontrar calma ni sosiego. Enfermamos de preocupación, y nuestras tristezas nos arrasan dejando el alma tiritando y a oscuras. Es el momento entonces de dar un paseo silencioso, de detenerse a escuchar otros sonidos que no sean las férreas convicciones del "llevo razón", del "no me lo merezco", del "qué injusto". Al final de su poema Silencio, Juana de Ibarbouou expresa el siguiente deseo:

Dar el cuerpo a los vientos sin nombre
bajo el arco del cielo profundo
y ser toda una noche, silencio,
en el hueco ruidoso del mundo.

Pues aquí lo dejo yo también, acurrucada en el silencio de esta mañana de domingo en la que el tecleo de las letras que dan forma a mis ideas se ralentiza y finalmente detiene en la s

 ss

 sss

 Ssss

1) Gregorio Salvador, Historia de las letras, Espasa, Madrid, 1996, pág 198.

domingo, 2 de abril de 2023

S DE SEMANA SANTA, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

DE LA MISMA RAÍZ HINDOEUROPEA PARTEN LAS PALABRAS "HUMANO" Y "HUMUS". Nuestra presencia en la tierra está enraizada en los ciclos naturales de forma sutil pero inexorable. Así, en Navidad, la tradición festiva y bulliciosa alegra y adorna los meses más apagados del año. Zambombas y cascabeles camuflan el silencio invernal, y los árboles cuajados de brillantes adornos disfrazan la melancolía del paisaje desnudo. Llega sin embargo la Semana Santa y el paso solemne de las procesiones invita al recogimiento y al silencio, justo en el momento en que los pájaros han regresado a nuestros jardines, y los ríos saturados por efecto del deshielo entonan su eterna canción de agua. La naturaleza siempre tiene mucho que decir sobre los asuntos del mundo.
En su obra "En busca del silencio" Adam Ford evoca de manera muy sugestiva una visita a su roble favorito los primeros días de la primavera (1). Con esta cita os dejo hasta la vuelta de vacaciones, para que mis amables lectores puedan descansar "lejos del mundanal ruido" (2)  que diría Hardy.

"Encuentro que lo anciano del árbol y lo nuevo de la primavera son una combinación maravillosa, constituyen un símbolo vivo de esperanza, renovación y resurrección tras los días más oscuros. Cuando las hojas aún son pequeños puñitos apretados de frescura amarilla, que empiezan a desenrollarse bajo la luz del sol, una candelita real, recién llegada de África en la migración de primavera, llama buscando insectos bajo la copa del árbol. Sacudiendo suavemente la roja cola, repite su llamada de tono profundo y me doy cuenta de que el invierno ha llegado a su fin. No conozco un silencio mejor que la quietud de ese gran roble".

(1) Págs 99-100 Adam Ford, El busca del silencio. La atención plena en un mundo ruidoso. Siruela, Tiempo de mirar, Madrid, 2017. Trad. Eva Cruz.
(2) Far from the Madding Crowd, Lejos del mundanal ruido, novela. Thomas Hardy, 1874.