"No salieron jamás/ del vergel del abrazo" comienza. "Huracanes quisieron con rencor separarlos". Busca el poeta imágenes para describir las "hachas tajantes" y "rígidos rayos" con que la vida golpea en ocasiones, de precipicios hondos, de naufragios "cada vez más profundos". Y termina diciendo: "Perseguidos, hundidos/por un gran desamparo (...) aventados se vieron/pero siempre abrazados." Aventados significa sacudidos violentamente, como ocurre cuando imprevistas amarguras asaltan la cotidianidad, y nos obligan a echar de menos lo que antes nos parecía normal. Aventados, ateridos, heridos incluso, PERO SIEMPRE ABRAZADOS. Abrazados, abrazados siempre. Los que se abrazan resisten. Muchas gracias por dejarme este libro, querido Santa Claus. No sabía que me hacía tanta falta leerlo. Y gracias, peque, por escribir tú la carta este año.
Cecilia, 25 de diciembre de 2023