Buscar este blog

viernes, 22 de diciembre de 2023

V DE VILLANCICO, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

 

 Desde hace algunas semanas mi padre reside en un hospital de media estancia. Allí, mientras se recupera de dos operaciones muy serias, trata de hacer una vida lo más normal posible. A su disposición hay biblioteca, zona de actividad física, sala de televisión. Se organizan muchas actividades entre las que destacan los conciertos, que le encantan. Como es un gran músico, incluso el recital más modesto le interesa y alegra el día. El domingo pasado les visitó un grupo de aficionados que con mucho entusiasmo entonó toda clase de villancicos. Yo estaba allí también y me senté junto a su silla de ruedas a cantar. Estábamos muy animados, y era algo nuevo para nosotros dos, que tantas veces hemos tocado el piano a cuatro manos pero no tantas nos hemos puesto a cantar al unísono.  Ya terminaban cuando una anciana echó de menos: "Dime niño de quién eres". "Es muy antiguo" - explicó- "a lo mejor no lo conocéis". Pero todos nos lo sabíamos. "Resuenen con alegría los cánticos de mi tierra" entonamos a pleno pulmón. Un automatismo desconocido recuperaba como por ensalmo los versos de la tonada, lo que nos enorgullecía aún más. Hasta que llegamos a la frase "la Nochebuena se viene, la nochebuena se va. Y nosotros nos iremos, y no volveremos más" Me envolvió mi padre en una mirada honda, como diciendo "presta atención" y yo entendí su mudo mensaje. En mi corazón, le prometí no olvidarme del significado profundo de la ingenua letra del niño vestidito de blanco: que Él nos visita siempre, que nosotros nos iremos, y que lo único que vale es agradecer al momento presente la felicidad de, al menos una vez más, poder cantar juntos. Lo escribió Rudyard Kipling en sus memorias: "No sólo éramos felices, sino también conscientes de serlo" (1) Esa conciencia es la que nos salva. FELIZ NAVIDAD.

1) Rudyard Kipling, "Algo de mí mismo", ed. Pre-textos, Valencia, 1998, pág 58.


No hay comentarios:

Publicar un comentario