"Sólo se vive una vez" rezan canciones, películas, libros. Es parte del repertorio estandar de los gurús del "feel good", y bienvenido el tópico si nos ayuda a sentirnos mejor, a pelear por nuestros sueños y a dejar de lado preocupaciones inútiles. Raphaëlle Giordano explora el cliché en una novela que se explica a sí misma desde el mismo título, demasiado largo para mi gusto: "Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una" (1). La protagonista, Camille, se queda tirada en una carretera secundaria un viernes lluvioso: "Las gotas, cada vez más gruesas, se estrellaban contra el parabrisas. Las escobillas chirriaban y yo, apretando el volante con las manos, en mi fuero interno chirriaba también..." (2)
Que algo chirría también en el interior de la narradora se nos hace evidente conforme nos hace partícipes de sus angustias, preocupaciones y nerviosismo. Por suerte, un vecino encantador le ofrece ayuda y se hacen buenos amigos. Los consejos que este caballero ofrece a Camille son la esencia del relato, cuya trama argumental es por lo demás predecible y poco refinada. ¿Es un libro que recomiendo? Pues no mucho, la verdad. Pero se queda en mi librería porque contiene numerosas sugerencias con las que trabajar en un aula de enseñanzas medias. Empezaré hoy con la "Teoría de los pequeños pasos" (3) y seguiré con más ideas en las semanas que nos quedan hasta terminar el curso:
"Yo aplico la teoría de los pequeños pasos para hacer avanzar a mis alumnos gradualmente. Cuando se habla de cambio, mucha gente se imagina algo enorme, radical, pero los cambios vitales decisivos empiezan con pequeñas transformaciones, anodinas en apariencia...(...) Lo complicado no es hacer las cosas una vez, sino ser capaces de hacerlas todos los días."
Son palabras de Claude, el amigo de Camille. Espero que os sean de utilidad, ¡feliz semana!
1) Raphaëlle Giordano, "Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una", Barcelona, Grijalbo, 1ª ed. 2017.
2) Pág 9 en la 15ª ed.
3) Pág 39 en la 15ª ed.