Atribuída a menudo a Haydn, la "Sinfonía de los juguetes" es una preciosa obra orquestal que incluye el sonido de un tambor de hojalata, una matraca, una máquina de viento, un silbato... Los peques disfrutan mucho al escucharla, y más aún si se les permite participar en el concierto. En los niños, jugar es una necesidad vital pero ¿y en los adultos?
Al crecer dejamos de lado, como es natural, las muñecas, los trenes, el castillo y los mecanos. De pronto, la cocinita es ya una cocina de verdad, y poner el puchero se ha convertido en una tediosa carga. El coche que nos espera a la puerta no nos hace felices, pese a que de niños nos encantaba conducir uno de los que el carrusel de feria hacía girar ante nuestros ojos maravillados. La caja de herramientas está arrinconada, pues nada más aburrido que colgar un cuadro, o armar un mueble.
Jugábamos a ser mayores y cuando al fin lo somos, la felicidad esquiva nuestros intentos por atraparla. Nos tomamos la vida muy en serio, y nos falta esa flexibilidad que tuvo Haydn (o quien de verdad escribiera la obra) de hacer sonar tamborcillos y silbatos en una obra tan formal como una sinfonía.
Toda nuestra vida es una gran partitura, y en ella deberían tener cabida las sonoridades inesperadas, el sentido del humor, la capacidad de jugar con las diferentes situaciones y sobre todo la envidiable capacidad de los niños (nosotros lo fuimos) para divertirse sin complejos. Estamos rodeados de oportunidades para que nuestra vida sea más plena, más consciente y más alegre. Y si bien no todas las situaciones pueden convertirse en un juego, desde luego que sí algunas más de las que pensamos.
Todas las personas mayores han sido niños antes, pero pocas lo recuerdan. Estas palabras de "El Principito" pueden ser un buen punto de partida para nuestro regreso al País de Nunca Jamás. Hemos crecido, sí. Pero Peter Pan es aún nuestro amigo, y si se cuela por la ventana de nuestro corazón algo del polvo de las hadas nos rozará levemente.
Conforme uno va creciendo va adquiriendo responsabilidades. Pero si tienes un momento de relax, en vez de hacer lo que es "correcto para tu edad" haz lo que te gusta. Óscar, 3º ESO
Buenas tardes Cecilia, soy Óscar Tablero Platas de 4ºA. Preciosa entrada para recapacitar, para darnos cuenta de una cosa que ya he dicho alguna vez no debemos olvidar nuestro pasado ya sea nuestro origen o nuestra niñez. Si lo de antes era bueno porque cambiarlo, me explico, con tanto progreso tan rápido que crecemos prescindimos de cosas importantes que nos hicieron felices y ¿por qué? Muy buena pregunta, y si te soy sincero no lo sé porque progreso no significa que todo lo anterior se tire a la basura significa ir mejorando desde la base sin prescindir de nada. Esto constantemente se da en el día a día, abandono de tradiciones, de los pueblos o como esta entrada dice de los juguetes. Nunca prescindas de aquello que nos hace sentir vivos sea para "niños pequeños", para "los adultos" o no hagas eso porque "esta pasado de moda". Pues yo os recuerdo una frase de una canción que es muy cierta "Recuerda quien eres y ya está", no te avergüences de como eres, no hay nadie raro solo personas ESPECIALES. Recuérdalo si te hace sentir vivo no dejes de hacerlo.
ResponderEliminarAunque claro, no todo aquí es no dejes de hacer lo que te gusta también hay momentos en los que no se puede y con forme uno va creciendo va adquiriendo responsabilidades. Pero siempre se puede sacar tiempo. Si tienes un momento de relax en vez de hacer lo que es "correcto para tu edad" haz lo que te gusta.
Recuerda siempre hay tiempo para todo.
Un saludo y gracias.
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