A lo largo de la semana se ha hablado sin cesar del asombroso triunfo de Rafael Nadal en el Open de Australia. A sus 35 años, seriamente lesionado tras una carrera deportiva de altísima exigencia, y con el partido en contra, Nadal ganó la copa que le proclama como uno de los mejores tenistas de la historia y, a nivel mental, el más singular de todos. Toni Nadal, que le entrenó durante muchos años, realizaba un análisis de la trayectoria de su pupilo que a mi juicio merece comentarse en un aula (1). En él nos dice que "mi sobrino se preparó durante muchos años para afrontar la dificultad. Tenía la obligación de no quejarse, de entrar en la pista cada día con buen ánimo, de aceptar que las cosas no salen bien de inmediato y de asumir la dificultad tanto física como mental, pero sobre todo de aceptar que aunque hiciéramos todo eso no necesariamente las cosas saldrían bien. (...) Hacer todo lo que toca no nos garantiza el éxito; no hacerlo casi con toda seguridad nos garantiza el fracaso. Pero habrá un día que conseguiremos darle la vuelta a la situación. y ese día justificará todos los anteriores".
Me he acordado al leer este artículo de todas las veces que os he hablado del Beethoven sordo, del Braille ciego, del Wittgenstein manco. Me he acordado también de los logros de las mujeres que se empeñaron en ser compositoras a pesar de tenerlo todo en contra: la tradición, la familia, las inercias sociales. Ahí han quedado las obras de Francesca Caccini, Barbara Strozzi, Marianna Martines, Fanny Mendelssohn (2) Unos empuñando la raqueta, otros la batuta, la pluma y la tinta, todos y todas (perdón por el lenguaje inclusivo, en este caso sí hace falta) coinciden en exhibir una fe inquebrantable en su capacidades y un amor profundo por la profesión escogida. Nos recuerdan además lo injusto de atribuir el éxito de los demás a un mero golpe de fortuna. La suerte existe, claro. pero sólo para el que enfrenta los partidos que la vida nos obliga a jugar con buena cara, sin arrojar ni romper la raqueta, sin escuchar esa voz insidiosa que nos invita a abandonar a la primera de cambio. Si has tenido la paciencia de leer esto es porque, en el fondo, sabes perfectamente de lo que hablo.
¡Qué necesaria es esta reflexión, querida Cecilia! El esfuerzo nos acerca al logro aunque no lo garantiza, a día de hoy resulta muy difícil trasmitir esta idea a los jóvenes a los que hemos acostumbrado a tener casi todo al alcance de su mano. En mis clases suelo recomendar el libro "La buena suerte" de Alex Rovira y Fernando Trías de Bés, un cuento sencillo de leer pero muy interesante para reflexionar sobre la misma idea que has planteado. Gracias por hacernos los domingos tan entretenidos.
ResponderEliminarMuy buenas, Cecilia, soy Óscar Tablero Platas de 4ºA. Esta entrada es muy especial, los logros son difíciles de conseguir pero vale la pena intentarlo. En mi opinión dos tipos de logros los logros que consigues en algo que no te gusta o te cuesta pero que con dedicación o amor consigues y los logros de aquello que te gusta que haces con pasión seguramente en algún momento conseguirás logros. Algunos pueden parecer difíciles como el de Nadal pero ninguno es imposible. Un ejemplo de estos logros difíciles de creer es lo que he conseguido en la aplicación Puebloo haciendo publicaciones casi todos los días he conseguido situar al pueblo de mi abuela con 7 habitantes en el puesto dos de pueblos con más publicaciones con 34 seguidores, más que los propios vecinos, y todo con dedicación y sin esperar nada a cambio. A veces cometemos el error de hacer algo buscando la popularidad y aquel "logro" del reconocimiento, pero en vez de hacer eso tenemos que hacer lo que nos gusta sin buscar la fama, solo hacerlo con amor y para ayudar sin esperar nada a cambio. Esto se ve muy bien en el poema "LA COPLA" de Manuel Machado que dice:
ResponderEliminarHasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.
En este poema se ve que a veces lo importante no es el quien sino el que. Todos los refranes que nos han llegado los dijo alguien pero eso da igual porque el objetivo si nos ha llegado, si hubieran estado escritos a lo mejor no lo conoceríamos todos tan bien.
Recuerda, haz lo que te gusta sin buscar fama. Y el mayor logro es haber nacido, y el segundo es ser importante para aquellos que te importan (para tu familia, amigos...)
Un saludo y gracias.
Hola Cecilia , soy Mª Isabel de 3ºB.
ResponderEliminarAlcanzar lo que uno quiere de verdad , trae consigo detrás una serie de pruebas ,que solo los que tienen el coraje de luchar hasta el último momento lo pueden conseguir .
Yo creo que las trabas te hacen fuerte , te ayudan a formarte como persona y te hacen recordar cada día cual es la razón por la que te esfuerzas y que te tienes que mantener fuerte , ya que el futuro está en nuestras manos y tenemos el poder de hacer cosas que dejen huella en la historia para que algún día otros recuerden tus hazañas y les sirva para luchar por sus sueños.