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domingo, 18 de diciembre de 2022

P DE PROFESOR (Perdonar, II parte), DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES.

 


MITCH ALBOM soñaba con ser un músico famoso. Era pianista pero terminó por dedicarse al periodismo, con bastante fortuna. Es precisamente a través de las noticias como descubre que un profesor de la universidad al que había querido mucho sufre ELA, una enfermedad degenerativa y a la postre mortal. A pesar de los años transcurridos, Albom decide ir a visitarle y le propone verse todos los martes. Durante estos encuentros, tiene la oportunidad de plantearle dudas e inquietudes y de encontrar respuestas en las sabias palabras del maestro, lúcido y generoso hasta el último aliento. El profesor se llamaba Morrie Schwartz y, a su muerte, estas conversaciones las evoca Mitch en el libro "Martes con mi viejo profesor". 

"- No sólo tenemos que perdonar a los demás, Mitch -susurró por fin-. También tenemos que perdonarnos a nosotros mismos.

- ¿A nosotros mismos?

- Sí. Todas las cosas que no hicimos. Todas las cosas que deberíamos haber hecho. No te puedes quedar atascado en el arrepentimiento por lo que debería haber pasado, eso no te sirve de nada (...) Perdónate a ti mismo. Perdona a los demás. No esperes, Mitch. No todos pueden contar con tanto tiempo (...) la oportunidad para arreglar las cosas". (1)

Cuando leí estas páginas me pareció que, finalmente, el señor Albom había encontrado la manera de ser músico. No con el piano pero sí con las palabras, los pensamientos, el latido de su corazón cuando sentimos que sintoniza con la realidad más importante a la que le enfrenta Morrie. Estas charlas son una danza de pareja que se conoce, se entiende y se sabe los pasos. A Morrie le gustaba bailar. A Mitch tocar. De alguna forma, toda esa música está en el libro.

1) páginas 187-188 en Mitch Albom, "Martes con mi viejo profesor", Maeva ed. Madrid, 2000.

domingo, 11 de diciembre de 2022

P DE PASADO y P DE PERDONAR, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

-Ah de la mujer perdida que sucumbió al placer.

A ella, perdónala; ¡ Acógela, oh Dios!Todo, todo se acabó. ¡Ahora todo todo se acabó


Quien habla así es Violeta, protagonista de "La Traviata", ópera de Verdi (1) que cuenta la historia de una prostituta elegante a la que ni las riquezas satisfacen ni el amor rescata. Moribunda y sola, pide perdón al final de la obra y se dirige a Dios o tal vez a sí misma. El aria se llama "Addio del Passato" (despedida del pasado) y me hace pensar en la cantidad de veces que nos arrepentimos de las decisiones tomadas y necesitamos que alguien nos perdone. Me interesa aquí el perdón relacionado con los errores que creemos haber cometido, y con la decisión de no cometer las mismas equivocaciones en el futuro. Si el lamento crea un complejo de culpabilidad que nos persigue, entonces es una carga muy pesada. Pero es que perdonar significa algo muy distinto.Tanto en español (per-donar) como en inglés (for-give) como en francés (par-donner) la palabra remite a la idea de ofrecer o regalar algo. Con el perdón damos algo pero ¿el qué?. Las palabras más elocuentes que he leído al respecto las encontré en un precioso libro del recientemente fallecido Thich Nhat Hahn (2) y por aquí os las dejo, con la esperanza de que os ofrezcan el consuelo que la pobre Violeta no lograba encontrar. A las puertas de la muerte, cierto es que pocas ocasiones vamos a tener de rectificar. Aprovechemos hoy pues, ya que estamos vivos, conscientes y a buen seguro más serenos tras leer lo que sigue:

"Todos hemos cometido errores en el pasado. No obstante, estos errores se pueden borrar. Puede que pensemos que como el pasado pasado es, ya no podemos regresar a él para corregir los errores, pero el pasado ha creado el presente y si practicamos la atención vigilante en el presente, como es natural estaremos en contacto con el pasado (...) Ser dueños del presente para poder transformarlo, es el único modo de aportar paz, júbilo y emancipación a aquellos que amamos y de sanar el daño que se ha hecho en el pasado.(...) Cometemos errores y podemos borrarlos, si nos hacemos dueños de nuestra vida en el momento presente" (3)

Paz, júbilo, emancipación: eso es lo que nos da el perdón cuando tomamos las riendas y nos reconocemos tanto capaces de fallar como capaces de rectificar. Un abrazo.

Aceptar, disfrutar, perdonar a las personas que nos ofendieron y pedir perdón a las personas que hayamos ofendido, y disfrutar de ese regalo, ese regalo que es la amistad 💚 Clara Rodríguez.

1)La Traviata, ópera de G. Verdi

2)Sobre Thich Nhat Hanh

3)Thich Nhat Hanh, Transformación y sanación (Transformation and Healing, trad. de Alicia Sánchez Millet), pág.109,  RBA ed., Barcelona, 2002.