-Ah de la mujer perdida que sucumbió al placer.
A ella, perdónala; ¡ Acógela, oh Dios!Todo, todo se acabó. ¡Ahora todo todo se acabó
Quien habla así es Violeta, protagonista de "La Traviata", ópera de Verdi (1) que cuenta la historia de una prostituta elegante a la que ni las riquezas satisfacen ni el amor rescata. Moribunda y sola, pide perdón al final de la obra y se dirige a Dios o tal vez a sí misma. El aria se llama "Addio del Passato" (despedida del pasado) y me hace pensar en la cantidad de veces que nos arrepentimos de las decisiones tomadas y necesitamos que alguien nos perdone. Me interesa aquí el perdón relacionado con los errores que creemos haber cometido, y con la decisión de no cometer las mismas equivocaciones en el futuro. Si el lamento crea un complejo de culpabilidad que nos persigue, entonces es una carga muy pesada. Pero es que perdonar significa algo muy distinto.Tanto en español (per-donar) como en inglés (for-give) como en francés (par-donner) la palabra remite a la idea de ofrecer o regalar algo. Con el perdón damos algo pero ¿el qué?. Las palabras más elocuentes que he leído al respecto las encontré en un precioso libro del recientemente fallecido Thich Nhat Hahn (2) y por aquí os las dejo, con la esperanza de que os ofrezcan el consuelo que la pobre Violeta no lograba encontrar. A las puertas de la muerte, cierto es que pocas ocasiones vamos a tener de rectificar. Aprovechemos hoy pues, ya que estamos vivos, conscientes y a buen seguro más serenos tras leer lo que sigue:
"Todos hemos cometido errores en el pasado. No obstante, estos errores se pueden borrar. Puede que pensemos que como el pasado pasado es, ya no podemos regresar a él para corregir los errores, pero el pasado ha creado el presente y si practicamos la atención vigilante en el presente, como es natural estaremos en contacto con el pasado (...) Ser dueños del presente para poder transformarlo, es el único modo de aportar paz, júbilo y emancipación a aquellos que amamos y de sanar el daño que se ha hecho en el pasado.(...) Cometemos errores y podemos borrarlos, si nos hacemos dueños de nuestra vida en el momento presente" (3)
Paz, júbilo, emancipación: eso es lo que nos da el perdón cuando tomamos las riendas y nos reconocemos tanto capaces de fallar como capaces de rectificar. Un abrazo.
Aceptar, disfrutar, perdonar a las personas que nos ofendieron y pedir perdón a las personas que hayamos ofendido, y disfrutar de ese regalo, ese regalo que es la amistad 💚 Clara Rodríguez.
1)La Traviata, ópera de G. Verdi
3)Thich Nhat Hanh, Transformación y sanación (Transformation and Healing, trad. de Alicia Sánchez Millet), pág.109, RBA ed., Barcelona, 2002.
Hola Cecilia , soy M.ª Isabel Alcántara. Me ha gustado mucho esta entrada , porque me ha hecho reflexionar un poco .
ResponderEliminarYo pienso que el pasado y el perdón son dos cosas que persiguen a los seres humanos en algún momento de nuestras vidas y en algunas ocasiones estos nos sumergen en una disputa con nosotros mismos.
Yo con el paso de los años , me he percatado de la necesidad de aprender a perdonarnos a nosotros y a los demás , por las acciones del pasado, ya que este ya murió y aún quedan muchas páginas de la novela de nuestras vidas por contar . Y como protagonistas de ella tenemos el poder de cambiar las cosas que no nos gustan a mejor.
Yo por ejemplo sé que en muchas ocasiones me he equivocado , pero eso no significa que tenga que martirizarme por acciones del pasado , porque estas me han enseñado a crecer y a acercarme poco a poco a la persona que me quiero convertir.
Muchas gracias por tus reflexiones, querida Isabel. Yo no se en qué te puedes haber equivocado, pero lo que sí se es que te has convertido en una persona maravillosa.
EliminarBuenas, tras mucho tiempo sin entrar al blog, entré y vi esta entrada, la cual me quedé leyendo varias veces recordando las veces que quise pedir perdón pero no pude; como me hubiera gustado volver al pasado para pedir disculpas por las molestias que pude causar.
ResponderEliminarTambién he llegado a la conclusión que hay que saber perdonar, muchas veces no aceptamos una disculpa de alguien porque no creemos que esa es la forma correcta de disculparse. Y es que no hay una forma de disculparse, cada uno tiene sus formas de pedir perdón, ya sea dándote un regalo, con unas sinceras palabras o a veces hasta un simple "lo siento" puede ser la disculpa más sincera que esa persona nos da.
Las disculpas y el perdón debe de salir de nuestro corazón, así como estas deben de servir para olvidar cosas del pasado, una frase que me dijo mi difunta abuela fue esta: "El pasado es historia, el futuro es un misterio, pero el ahora es un regalo, por eso se lo llama presente y ninguna de las acciones anteriores o posteriores deben de ensuciar un regalo que se ha hecho de corazón". Nunca olvidaré esa frase, no la falta razón; debemos de aceptar los hechos y saber disfrutar de nuestros regalos, y más en estás fechas, así que deberíamos de perdonar a las personas que nos ofendieron y pedir perdón a las personas que hayamos ofendido, y disfrutar de ese regalo, ese regalo que es la amistad.
Un saludo cordial,
Clara.
Precioso comentario, preciosa la persona que lo escribe. Feliz Navidad.
EliminarHola, soy Sara de 1ºB.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con aquello que dices sobre perdonar. Todas las personas tenemos fallos. Pero a veces hacemos daño sin querer y otras veces queriendo. Aunque una persona no sea la que uno espera o quisiera hay que intentar no enfadarse, ser simpáticas y buenas personas siempre.
Yo tengo muchos fallos aunque no suele ser queriendo, e intento no enfadarme. A veces, cuando me enfado con una de mis amigas, después de una larga reflexión, siempre nos perdonamos.
De los errores, también se aprende y nos ayudan a ser mejor persona.
Muchas gracias por leerme Cecilia.
Sara.