He conocido la obra de Djabril Boukhenaïssi (n. 1993 en Francia; vive y trabaja entre París y la región del Perche) a través de una entrevista en la revista Marie Claire del pasado mes de agosto. La revista aún la tengo, por lo mucho que me gustó el reportaje (1)
Djabril explora las representaciones de la noche y su simbolismo en la historia del arte occidental. Le preocupa nuestra actual incapacidad para percibir el cielo nocturno, las estrellas. "La noche ha desaparecido", se queja. "Desde el principio de la humanidad siempre hemos vivido con las estrellas. Por primera vez, algunas personas viven toda su vida sin ver ninguna.Y sin embargo, todas estas infraestructuras eléctricas tan sofisticadas son muy frágiles: si se apaga la luz, la oscuridad, las estrellas siguen ahí. No es la noche la que ha desaparecido, sino nuestra capacidad de verla. Por eso pinto estrellas apenas perceptibles en mis cuadros. Están hechas por la ausencia, como pequeños huecos. Hay que acercarse para verlas."
En mi opinión no solo hemos perdido la noche estrellada, sino que hay muchas otras realidades que siguen ahí, invisibles por distintas formas de contaminación: el ruido constante que nos impide escuchar el silencio, la saturación de información que nos hace perder de vista lo esencial, o incluso la manera en que nuestras rutinas nos desconectan de la naturaleza y del paso del tiempo. Todos recordamos la dura pero fascinante experiencia del confinamiento, el rumor del viento, los pájaros... Muchas personas hablaban del sonido de sus propios pasos en calles vacías, del eco de sus pensamientos sin el bullicio habitual. También se redescubrieron los cambios de luz al pasar las horas, los atardeceres sin el velo de la contaminación, el ritmo más pausado de la vida.
Otro aspecto fue el tiempo: sin la prisa de antes, algunos volvieron a notar el aroma del bizcocho recién horneado (harinas y levaduras se agotaban en los supermercados), la textura de los materiales en casa, la sensación del sol en la piel al asomarse a una ventana. Fue un momento extraño, pero nos permitió ver todo aquello que siempre estuvo ahí y que, en la rutina acelerada, pasaba desapercibido.
La idea de pintar estrellas apenas perceptibles me parece muy valiosa porque nos obliga a detenernos, a acercarnos, a hacer un esfuerzo consciente para ver lo que está oculto. A veces lo más importante no es lo que brilla con fuerza, sino lo que requiere atención y sensibilidad para ser descubierto.
1) "Pintando la noche que desaparece", entrevista a Jabril Boukhenaissi en páginas 46 a 49, Marie Claire España, nº441, Agosto 2024
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