"A veces uno necesita el silencio como necesita un asmático un aire fresco y limpio que le inunde los pulmones. Una mañana de ese febrero soleado he viajado varias horas hacia el norte para sumergirme durante dos días enteros en un retiro de silencio, en una casa monástica pero no penitencial en una ladera que dominaba un valle atravesado por el fragor de un torrente, cerca del antiguo molino que aprovechaba la fuerza de esas aguas, y de una colina por la que un sendero alfombrado de musgo muy espeso ascendía hasta una ermita, en medio de un bosque de hayas y robles todavía con la desnudez del invierno, aunque en las praderas de hierba jugosa ya había estallado una policromía de pequeñas flores silvestres.
Del amanecer a la noche, durante esos dos días, he vivido entre un grupo numeroso de personas que permanecían tan en silencio como yo, compartiendo tareas y comidas, sin decir nada, sin necesidad de decir nada, pero unidos en una comunidad en la que cada uno tenía una presencia tan singular como los árboles del bosque (...) No nos hacía falta conocer opiniones o afinidades para sentir una fraternidad sin palabras" (1)
La ha quedado a Muñoz Molina un artículo precioso en el que, con su prosa fácil y precisa, pone de manifiesto el rigor quirúrgico con que percibe la realidad cuando toma algo de distancia. En un par de días "al norte", lejos de la dispersión del ruido y de la comunicación constante, emerge una forma de estar en el mundo más auténtica, basada en la presencia y la atención. En el silencio el pensamiento se asienta, la creatividad se regenera y la mirada se vuelve más aguda. Esto no es nuevo. Desde la pintura hasta la escritura y la música, muchos artistas han encontrado en el retiro y el silencio un punto de inflexión en su obra. Y no estamos hablando sólo de sonidos, sino de esa fraternidad entre humanos que que tanta falta nos hace. ¿Probamos?
¡Feliz domingo!
1) Las otras vidas, Antonio Muñoz Molina, El País, Opinión, pág 13 sábado 22 de febrero de 2025 Localizar en
2) Imagen "Paisaje fluvial con molino", Per Wickenberg, 1839 (galería privada)
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