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domingo, 20 de enero de 2019

¿Es bueno meditar?

QUERIDOS Y FIELES LECTORES:


A propósito de los beneficios e inconvenientes del mindfulness han caído en mis manos esta semana dos textos muy distintos que quiero comentar por estar relacionados con las prácticas de atención plena que llevamos a cabo un grupo de inquietos profesores del instituto Prado de Santo Domingo. Un  artículo de Helena Béjar en El País, muy crítico con estas prácticas, nos dice:
 "Vuelve el budismo light de los sesenta, ahora llamado mindfulness, que ayuda a ser feliz. A aprender a suspender el deseo, la tristeza, el yo mismo. En la respiración está la clave de su vida. Líderes morales como David Lynch o Martin Scorsese practican la meditación, que se está extendiendo en los colegios como parte de una educación para ser feliz". https://elpais.com/elpais/2018/12/21/opinion/1545389768_561487.html

Leí el artículo con interés. Contiene reflexiones interesantes sobre algunos de los males que afectan a las sociedades avanzadas de nuestro tiempo: soledad, desánimo, falta de vínculos afectivos firmes, individualismo, depresión, alta tasa de suicidios. No acierta sin embargo al confundir las prácticas del mindfulness con teorías tan absurdas como las que exponía Rhonda Byrne en su famoso best seller "El secreto": basta con desear algo para obtenerlo, visualiza el éxito y lo atraerás, etc. En los libros de auto ayuda a los que ella se refiere se trata efectivamente de convencer al personal de que las circunstancias externas de nuestra vida pueden cambiar con tan solo desearlo. Es lo que se llama "El poder del pensamiento positivo". Nada más lejos de nuestra intención que convencer a los alumnos de que sin esfuerzo pueden lograr las cosas, que su vida va a cambiar con sólo desearlo, que la realidad mental y la vida real fluyen a la par y mágicamente convertimos en oro todo lo que tocamos. Sin embargo, sí nos hemos propuesto observar nuestra vida mental, tratar de entenderla desde la quietud y la calma que tantas veces nos arrebata el ciclón de estímulos, tareas, objetivos y expectativas que nos atenazan y nos convierten en meras marionetas, en actores de una obra de teatro que no entendemos. En este sentido, llega a mis manos en una colección del mismo periódico el libro de María Inés López-Ibor "El cerebro religioso, neurociencia y espiritualidad" donde se decribe el mindfulness o la meditación contemplativa como una práctica que "intenta integrar a la persona en el mundo, reduciendo el aislamiento y aumentando sus sentimientos de serenidad interior" (pág. 14). Entre los beneficios que reconoce a estas técnicas, que califica de muy beneficiosas para "aplacar la ansiedad, la tensión interna, la irritabilidad, además de mejorar la función cognitiva y de potenciar la empatía"  señala: la disminución de la frecuencia respiratoria y cardíaca, el fortalicimiento del sistema inmune, el aumento de la actividad neuronal, el aumento de la dopamina y la disminución de los niveles de cortisol que tanto daño causa a nivel celular.
El mindfulness no debe confundirse con la autoayuda barata, con lo que Béjar describe como "parte del credo estadounidense basado en un voluntarismo radical por el cual con esfuerzo y determinación todo se puede conseguir". No, el mindfulness no es eso. Los que lo practicamos lo sabemos. Un beso, Cecilia

"No es de extrañar que quienes tan solo conocen la meditación a través de lo que dicen los medios de comunicación crean que básicamente es una forma de manipulación interna que se asemeja a pulsar una especie de interruptor cerebral orientado a dejar la mente en blanco. Esa perspectiva cree que poner fin al pensamiento implica poner fin a las preocupaciones y verse mágicamente catapultado al estado «meditativo», el cual siempre imaginan como un estado de relajación, paz, calma y comprensión profundas que erróneamente asocian al concepto de nirvana. Pero esta visión, por más comprensible que pueda parecer, está muy equivocada, porque la práctica de la meditación puede perfectamente estar saturada de pensamientos, preocupaciones, deseos y cualquier otro de los estados y aflicciones mentales que afectan a los seres humanos. Lo importante no es el contenido de la experiencia, sino la conciencia de ese contenido y, aún más, la conciencia de los factores que promueven su desarrollo y el modo en que nos liberan o encadenan instante tras instante y año tras año. Así pues, seamos claros al respecto, no existe un «estado de atención» que debamos obtener o alcanzar, porque cualquier situación o condición en que nos hallemos en cualquier momento -incluidos el odio, el miedo o la tristeza– pueden ser abarcadas en la conciencia y, de ese modo, pueden ser vistas, abordadas, conocidas y aceptadas como parte de la realidad del ahora." Leído en:
https://www.letraskairos.com/mindfulness/jon-kabat-zinn-explica-por-qu-la-meditacin-no-es-lo-que-crees






8 comentarios:

  1. Tambien he leido el articulo de "El País " y efectivamente , estoy de acuerdo contigo en que la autora no ha entendido o no quiere entender que es esto de mindfulness. No lo puedo explicar mejor que tu, Cecilia.Me ha molestado un poco esa opinión tan despectiva y gratuita de algo que desconoce que yo veo tan necesario y reparador, como es la atencion plena que yo echo tanto en falta en la voragine del dia a dia.

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  2. Y...si ..no sabia si lo preguntabas aqui..Es muy bueno meditar: Pararse...pensar,dedicar unos minutos a escucharnos..a pensar acerca que como nos sentimos... a rememorar..a recrearnos en los buenos momentos...si..supongo que todo eso y mas es meditar

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  3. Muchas gracias, "Princesa". Yo creo que los males que nos aquejan se deben más a la falta de momentos de relajación e introspección que a lo contrario, pero es bueno oir otras opiniones.

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  4. Si, Cecilia, estoy de acuerdo en que es bueno estar abierto a opiniones a veces contrarias a las nuestras porque nos pueden abrir la perspectiva y hacernos cuestionarnos las cosas, lo cual es un ejercicio bastante saludable. Seguramente la meditación no sea la panacea ni la solución única a todos los problemas de la sociedad que se plantean en el artículo, pero es una herramienta más que a algunos de nosotros nos es muy útil y, por tanto, no puedo estar en absoluto de acuerdo con la opinión de la autora de descartarla completamente como una parte más que yo considero que es, entre otras muchas claro está, de una posible solución a los problemas que expone. La introspección, la calma, pararse unos minutos y tomarse el tiempo para familiarizarnos con la naturaleza de nuestra mente, no puede tener nada de malo, aunque no tenga que ser algo que necesariamente funcione para todo el mundo.

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  5. A mí lo que más me gusta de esta actividad es que obliga a controlar a la "loca de la casa", a la única que hace lo que quiere. Por un momento, otra parte de ese ser que somos más allá de lo racional o de lo físico dice: "ahora mando yo y estate quieta, siquiera 5 minutos". Me dejar reconocer muchas cosas... que me encantan. :o)

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  6. soy Estela Sánchez de 2E, yo creo que si es bueno meditar, porque te paras unos minutos a pensar en positivo, a escuchar lo que hay dentro de ti, y eso en parte es bueno, yo cuando me ponga a meditar que aunque son pocas veces,hago la respiración que nos dijiste un dia y me pongo música y así es como medito yo, que aunque son pocas veces, me sirve bastante porque yo soy muy negativa, y ponerme a pensar en positivo me biene bien, tambien, cuando un amigo esta mal yo le ayudo estando ahí y haciendo que piense en positivo y que deje de estar mal

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  7. Hola profe soy Larsson es sensacional la relajación y concentración que producen estos ejercicios mentales me han ayudado mucho tanto como para aprender como para hacer las cosas mejor

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  8. Hola Cecilia, soy Nerea Díaz García, alumna de 2ºA.
    En primer lugar decir que discrepo un poco con la opinión de la autora de descartar completamente la meditación o el “mindfulness”, puesto que ha muchas personas, como a mí, nos ayuda a llevar nuestra vida cotidiana con un poquito más de calma y relajación. Sí que estoy de acuerdo en que es cierto que a lo mejor a mucha gente no le es útil practicar la meditación, o simplemente no lo hacen porque piensan que es inútil o no sirve para nada, pero no es cierto, yo creo que si la realizasen de una manera adecuada, en un entorno adecuado y con los conocimientos adecuados de cómo hacerla, creo que se darían cuenta de qué si es útil, o por lo menos cambiarían su visión respecto a ella, que ese ya es un paso muy importante.
    Por último quería comentar una anécdota que me pasó hace tres o cuatro años. Yo me ponía muy nerviosa en los exámenes, a veces me costaba hacer los ejercicios, entonces descubrí un libro llamado “Tranquilos y atentos como una rana” (sé que puede parecer infantil, pero tiene unas técnicas que, a mi parecer, son bastante buenas), este libro te enseña “la meditación para los niños… con sus padres”. Bueno, a lo que estaba contando, como me ponía muy nerviosa los profesores me aconsejaron hacer técnicas de meditación, y así lo hice. He de reconocer que me ayudó muchísimo porque tras estar alrededor de un año practicando diariamente estas técnicas, aprendí a relajarme y a concentrarme cuando hiciese falta.
    Actualmente no realizo la meditación diariamente, pero si tres o cuatro veces por semana sin falta, porque pienso que la meditación es algo muy importante que no debe faltar.
    Un saludo, Nerea.

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