¡A respirar!, lo digo en serio, ES UNA ORDEN JA JA JA. Venga, si estás leyendo estas líneas, seguro que tienes un minuto para probar este ejercicio, inspirado en la página 17 de →
Mi idea es presentarte un plan de ocho semanas para mejorar tu estado de ánimo y tu rendimiento de la mano de mis alumnos y de los profes que se animen. Veamos cómo lo tenemos que hacer:
1. Siéntate y procura tener la espalda recta (que no es lo mismo que rígida). Cierra los ojos o baja la mirada. No olvides apagar el móvil.
2. Concéntrate en la respiración, cómo entra y sale de tu cuerpo. Permanece en contacto con las diferentes sensaciones que te proporciona cada inspiración y cada espiración. No busques nada especial.
3. Cuando te veas envuelto en los pensamientos de siempre, vuelve a centrarte en la respiración. Esto es estupendo cuando la mente empieza a decirnos "es todo muy difícil" o "ya lo haré más tarde".
4. No pasa nada si estás enfadado, triste, feliz... Acepta tus emociones, si es necesario párate a observarlas, pero siempre con la respiración de anclaje.
5. Después de un minuto, puedes enfrentarte a tus tareas sabiendo que este recurso está a tu alcance siempre que lo necesites.
Intenta hacer el ejercicio varias veces esta semana para concentrarte en clase o antes estudiar o trabajar en casa. Ya me vas contando ¡Besos!
"...al controlar y ejercitar mi respiración, también mejoraba mi atención y podía centrarme mejor en las tareas del día. Aún hoy cuando me siento agobiado o cansado me gusta dedicar unos instantes a respirar profundamente." Carlos Del Saz, profesor de Matemáticas🔢
" para mí, los pasos más importantes son el dos y el tres, concentrarte en respirar y, cuando te lleguen pensamientos, tal vez porque te aburras o por diversas razones, volver a concentrarte únicamente en la respiración" Nerea Díaz, 2º ESO A.