Se me ocurre que al hablar deberíamos hacer lo mismo. Detenernos un momento, como el pianista que se concentra antes de atacar el teclado, como el niño que duda antes de abrir un regalo. Si lo hiciéramos así ¿no nos ahorraríamos algún que otro disgusto? A menudo nos precipitamos en nuestros juicios, damos una opinión que nadie nos ha pedido, somos maledicentes, malpensados y malhablados. Un enfado nos llena de ira y empleamos palabras duras para dirigirnos a los demás, estamos insatisfechos y nuestro tono es cortante. Luego lo sentimos: "si hubiera pensado antes de hablar".
Es cierto que para hablar con fluidez no podemos sopesar todas y cada una de los ocasiones en las que abrimos la boca. Yo sólo apunto que hablar no es un acto neutral, y que lo que decimos y la forma en lo decimos es relevante. Si damos a las palabras la importancia que tienen, si vamos con cierto cuidado a la hora de verbalizar nuestra idea y sobre todo si nos detenemos un momento antes de "decir algo de lo que podemos arrepentirnos" damos ocasión a los demás de intervenir, de expresarse, de ser escuchados. Esa H inicial puede ser una caricia, una mirada comprensiva, una sonrisa, un insulto que no proferimos, una herida que no causamos. Porque tan importante es lo que se dice como lo que no se dice. Ciertos silencios son un acto de amor, no lo olvidemos. Respirar un momento, detenerse, mirar al otro: ¿hablamos?
¡Cuánta sensibilidad, Cecilia!!! Me encanta leerte cada domingo 😘😘
ResponderEliminarY a mí me encanta tenerte al otro lado.
EliminarHola Cecilia soy Óscar Tablero Platas de 3°B. Nunca me había parado a pensar en lo de la h muda de la palabra hablar pero tú razonamiento me encanta y es que es verdad que a veces debemos parar a pensar lo que vamos a decir ya que podríamos hacer daño a la otra persona. Luego también hay que saber ponerse en el lugar del otro por ejemplo si le ves un error muy gordo a alguien y le dices eres tonto y luego eres el tú el que cometes ese mismo error. Y ahora me gustaría adentrarme en los distintos tipos de hablar, que si que los hay dependiendo de nuestro de quien nos oiga le hablamos de una manera o otra, no hablas igual a un amigo que a tu profesor, también depende de a que hables, sí sí se puede hablar con otras cosas que no sean una persona y no estás loco por hacerlo, puedes hablarte a ti mismo, a tu mascota, a una planta o a un objeto que quieres mucho y el último tipo (aunque puede haber más) el hablar sin palabras ya sea con una imagen,braille, con la música o con un poema que si tiene palabra pero a veces tiene significados ocultos como el tempus fugit. Y por qué no las combinamos más amenudo todas y exprimimos todo su potencial. Pero que no se te olvidé que también se aprende mucho escuchando y no oyendo.
ResponderEliminarUn saludo y gracias.
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ResponderEliminarHola Cecilia, soy Teresa Montesino de 3ºB.
ResponderEliminarTodos nos hemos arrepentido alguna vez en la vida al decirle algo a alguien, algo que en verdad no queríamos decir o no debíamos hacerlo.
También solemos contradecirnos a nosotros mismos en nuestra forma de actuar. Es decir, algunas veces decimos algo que sabemos perfectamente que a la otra persona le va a doler, pero aun así lo hacemos, y otras veces algo tan sencillo como un simple "Te quiero" se nos hace muy dificil de pronunciar.
Estamos en una era en la que la comunicación a través de internet es algo completamente normal, claro que, dependiendo de cómo se use, puede ser una buena o mala forma de comunicarnos.
Muchas personas (entre ellas yo) nos expresamos mejor a través de una pantalla, cuando no estamos de cara a las personas con las que hablamos. Esto tiene su parte positiva, ya que así hasta la persona más tímida es capaz de expresarse con libertad, pero también su lado negativo, y es que cuando estamos tras una pantalla nos volvemos más valientes y podemos decir cosas (como insultos o críticas) que en la vida real no nos atreveríamos a decir.
Todos debemos aprender a controlar nuestra forma de hablar cuando estamos enfadados, asustados o nerviosos, y aunque a veces se nos hace imposible, por lo menos hay que intentar contar hasta diez antes de decirle algo a alguien.
Así que,como dice Tambor... "Si al hablar no has de agradar te será mejor callar".
¡Qué buena la frase final!!!
EliminarHola Cecilia soy Mª Isabel Alcántara de 2ºB.
ResponderEliminarHasta ahora no me ha había percatado de la simbología que tiene la ¨h ¨en nuestras vidas.
Puede que para algunos sea muy insignificante ya que no comprenden su valor , pero sin esta no podrían vivir , ya que es uno de los elementos más sencillos e importantes que nos permite poder expresar nuestros sentimientos, verdades o nuestras locuras más inmensas.
La ¨h¨ siempre va a permanecer muda como si se aguardará detrás de ella un misterio tan grande , cargado de una gran belleza y verdad como una composición infinita que un músico jamás pensó escribir, que llena de regocijo el corazón del espectador que la escucha .
Eso no es un comentario, es poesía
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