N DE NADA, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES
Otro domingo frente al ordenador. Algunas semanas es difícil. A los problemas cotidianos (si es que podemos llamar problemas a lo que nos sucede, cuando pueblos cercanos sufren tanto) se une la desgana, la desidia. "Total, qué importa, tampoco es que tenga nada importante que decir, si casi nadie lo lee...". "Nada". Esta palabra me perseguía ayer tentadora. Si no hay nada qué decir, para qué ponerse ¿cierto? Entonces pensé en el compromiso adquirido conmigo misma tantos meses atrás con mis alumnos y con los profes que, a veces, leen estas líneas. ¡Ay, esas citas que llegado el día dan tanta pereza, que no has comprado el regalo ni tienes la ropa adecuada! Aún así te presentas, porque sabes que estar allí es importante, mucho más que el obsequio o el vestido. A todos nos gusta que las cosas salgan bien, perfectas. Pero nos encontramos de vez en cuando con que hay que conformarse y hacer acto de presencia, sin más. No todo lo que se nos ocurre es deslumbrante, no siempre tenemos preparado el discurso cautivador, y puede suceder que no nos apetezca demasiado. Pero la nada no existe, como puso de relieve John Cage cuando sentado frente a un piano Steinway se mantuvo sin tocar 4 minutos y 33 segundos (1). Entramos en una habitación que está vacía, y nos encontramos con nosotros mismos. Mejor aún, la ausencia de contenido pone de relieve el hecho de estar ahí. Nos mantenemos en pie, aún sin hacer ruido. Atentos y disponibles para el otro. Nada que decir, pero los brazos y el corazón abiertos de par en par para escuchar. Entonces descubres que un domingo más, el artículo está escrito, se ha escrito solo. John Cage 4´33´´
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy buenas, Cecilia. Soy Óscar Tablero Platas de 4°A. Creo que no hay mejor día para publicar en esta entrada de NADA que hoy. He leído una noticia en un períodico de Cuenca y ciertamente representa ese Nada del que habla la entrada. La noticia decía que la subsede del Museo del Prado se establecerá en Guadalajara en vez de en Cuenca. Muchos pensarán que no hay nada de malo en la noticia. Pero a la gente que quiere su tierra le duele que su provincia sea menospreciada e infravalorada. Cuenca hace 40 años era candidata para convertirse en capital de Castilla LA Mancha y de golpe y porrazo y a pesar del mucho esfuerzo le dieron este título a Toledo. Muchos pensarán que ser repetitivo es cansino pero no ven que es necesario darle cierta visibilidad a aquellos que aún luchando no consiguen nada y lo vuelven a intentar y siguen sin conseguir nada. No se rinden pero se sienten dolidos por no darles la atención que necesitan. El fracaso reiterado mina la moral, el que nadie te de ánimos cuando estés de capa caída o no consigas algo merecido te ocasiona cierto trastorno. Tal vez no sean cosas importantes pero si sumas un poquito más un poquito más un poquito te da un muchito que puede llegar a ser catastrófico. Así que aunque te parezca que no dar apoyo al que lo necesita es necesario. Darle de vez en cuando pequeñas victorias aumenta la moral para poder continuar nuestro camino de la vida mucho mejor.
ResponderEliminarEspero ser entendido y esto abra los ojos y oidos a muchos. Hay que apoyar a aquello que sufre. Por eso soy tan repetitivo y reiterativo con Cuenca, con los pueblos. Porque no tienen el valor que se merecen y me duele. Ojala algún día consiga algo.
Un saludo y gracias.
Magnífico y conmovedor comentario, amigo. Aquí siempre encontrarás un lugar donde escribir sobre tus emociones y deseos. Un abrazo
ResponderEliminarNo te conozco, Clara, pero me haría muy feliz conocerte. "La nada está ahí, pero está para ser llenada". Me parece una frase magistral. ¿Estudias Filosofía? Muchas gracias por tu comentario, aquí te espero siempre que lo desees.
ResponderEliminar