"Mi cuerpo yacerá bajo la tierra. Recuérdame entonces, pero olvida mi destino". Son las palabras que la reina Dido dirige a su amiga Belinda a la hora de su muerte en la ópera barroca "Dido y Eneas" (1). Es una despedida impresionante, porque invita a los que se quedan a recordar y a olvidar a la vez. Olvidar el destino trágico, que es consustancial al ser humano. Todos morimos, desaparecemos, nos vamos. Aún más triste si cabe cuando nos abandona una persona joven y enamorada de la vida. ¿Qué nos queda entonces? La memoria, sin duda, memoria de haber estado juntos al menos un momento, disfrutando del mismo aire, del mismo cielo, del mismo sol. Elena Huelva, extraordinaria mujer recientemente fallecida a los 20 años de edad, lo expresaba así, consciente como Dido de su fin cercano:
"Las cosas no están yendo bien (...) Quiero dejar claro que mis ganas han ganado por todo el amor y por las personas que tengo a mi lado (...) que no hace falta ganar para saber que ya hemos ganado porque al final en la vida se trata de vivir y de llevarte los recuerdos que tienes con las personas y yo me llevo muchos recuerdos buenos con personas maravillosas".
Sin conocerla, sus palabras nos han espabilado a todos los que hemos tenido la suerte de escucharlas. No sólo porque nos hacen conscientes del inmenso regalo que es levantarse cada mañana y "no estar demasiado mal" como ella decía. Sino que además nos invita a superar el dolor de la pérdida desde el mismo lugar que la protagonista de Purcell: "no trouble in my breast, Remember me but forget my fate". Lo más bonito de la ópera es el final, cuando los ángeles bajan a llenar de pétalos de rosa la tumba de Dido, pétalos "suaves y tiernos como su corazón", y prometen no irse jamás. Así nosotros también volvemos la vista atrás con los ojos llenos de lágrimas pero esparcimos rosas sobre la memoria de aquellos a los que tanto quisimos, sin que nada pueda turbar nuestro corazón. Descansa en paz, Elena. Will never part.
(En memoria de Elena Huelva, 2002-2023)
Hola, soy alumna tuya, Raquel de 1ºB. Me sorprende esta publicación en primer lugar porque no conocía esta noticia, Elena Huelva ha muerto este mes pasado, que lastima, y en segundo lugar se menciona a la muerte, que es la peor parte de la vida de todo ser vivo.
ResponderEliminarLas palabras tan bonitas que mencionas y explicas, es lo que nadie se da cuenta, dar gracias por levantarte cada día, aunque no seas creyente o si lo seas, da gracias al universo, a la vida, a Dios, a tu familia, a la razón de levantarte y seguir cada día, a lo que quieras pero lo que tenemos que hacer, el ser humano, es por una vez en la historia darnos cuenta de lo que tenemos, y cuidarlo, porque sino no existiríamos.
Un saludo,
Raquel.
Muchas gracias, Raquel. Lo has entendido perfectamente.
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