si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan (1)
Queridos lectores: he tardado en retomar este diccionario porque estaba demasiado autocentrada: "yo pienso, yo creo, yo siento". Un lugar árido ese perpetuo "yo". En ese espacio no arraigan pensamientos útiles. Ha sido el reencuentro con mis alumnos, la belleza de su mirada y la inocencia de su sonrisa lo que me ha recordado que uno no escribe para sí mismo. Al igual que la música no existe sin oyente, tampoco nuestro mensaje tiene sentido si no hay otro esperando para leerlo. Al acordarme de tí, en este lento otoño ausente de agua, una palabra ha venido a visitarme. Esa palabra que necesitaba para arrancar, TÚ.
Respuesta (2)
Todos necesitamos a ese "tú" o lo somos para otras personas. A veces cambiándolo por un "Usted" o por "Vos". Distintas formas de "tú", pero siempre "tú". Ese "tú" es sempiterno, nunca tendrá final. Después de todo, si caminas solo, irás más rápido. Si caminas acompañado, llegarás más lejos.
(1) Mi reconocimiento a la Fundación Pablo Neruda, por la difusión y estudio de la obra de este gran poeta Neruda, Versos del capitán
(2) Muchas gracias a Clara Rodríguez por estar al otro lado.
Todos necesitamos a ese "tu" y a veces lo somos para otras personas. Él nos escucha y nosotros escuchamos, desprendemos una cohesión que con otros no es igual, el tu es nuestro mundo, pensar cuantas veces lo decimos en nuestra vida; a veces, cambiándolo por un "usted" o por "vos", distintas formas de "tu", pero siempre eres "tu". Ese "tu" es sempiterno; nunca tendrá final; después de todo, si caminas solo, irás más rápido. Si caminas acompañado, llegarás más lejos.
ResponderEliminarUna saludo, Clara.