HOLA QUERIDÍSIMO ALUMNO ATENTO:
esta cuarta semana vamos a visitar el Museo del Prado. Dame la mano y ven a contemplar un cuadro que se titula "El oído". Fíjate un poco en sus detalles "sonoros". Casi puedes oir el tic tac del reloj sobre la mesa, ¿no es cierto? Esta obra me encanta y tenía ganas de comentarla contigo.
https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/el-oido/074adedf-40f0-476f-b132-fe450e71e0f3
Oir, como respirar, es una actividad mecánica. Ocurre sin que nos demos cuenta. Si prestamos atención al sonido entonces oir se convierte en ESCUCHAR. Esto es muy hermoso porque a menudo nuestra vida mental no nos deja escuchar la vida real. Empiezo yo. Ahora mismo en la calle unas máquinas ruidosas podan el arbolado. Aún así, anticipando el florecer inminente de la naturaleza, suavemente se superpone el canto de los pájaros. El tecleo de mis dedos al ordenador me resulta familiar, ¿dónde he oído ese ritmo? ¡Esto empieza a ser divertido!
Conectar la respiración y el sonido para mejorar nuestro humor y agudizar la percepción de lo que nos rodea es una actividad muy saludable. No necesitas más de cinco minutos para hacerlo. Verás:
1. Busca un momento de calma y siéntate con la espalda recta. Cierra los ojos. Respira.
2. Dirige tu atención a las impresiones sonoras sin buscar nada especial. Abre tu conciencia al paisaje sonoro. Percibe con qué facilidad etiquetamos lo que oímos: autobús, perro, tele, móvil...
3. Acepta tus sensaciones, párate a observar evitando esas etiquetas y sobre todo el juicio que las acompaña (tipo "no me gusta" o "este es más bonito") Conecta más bien con las cualidades de duración, timbre, altura e intensidad. Si notas que la mente se aleja de la conciencia del sonido observa qué ha ocurrido y vuelve a concentrarte en los sonidos que te rodean.
5. Transcurridos cinco minutos ponte con tus tareas habituales. Hacer este ejercicio de vez en cuando hace que conectar con el momento presente resulte más sencillo, como si de pronto la vida real tuviera mucha fuerza.
Te deseo mucho éxito es la práctica y una primavera llena de hermosos sonidos. No olvides tu papel como miembro de la orquesta: habla sin gritar y escucha con amor. Hasta muy pronto, Cecilia.
Hola Cecilia, soy Nerea Díaz García, alumna de 2ºA.
ResponderEliminar“TEMPUS FUGIT” El tiempo vuela, aprovéchalo, se consciente de cada momento, de lo que haces, de tus sentimientos y de tus pensamientos. Simplemente, relájate para poder disfrutar ese tiempo tan valioso, que por desgracia no se puede parar. Escucha todos los sonidos de tu alrededor, por insignificantes que te puedan parecer, pero escúchalos porque todo sonido es valioso. Incluso que no haya sonidos también es valioso, pero eso es casi imposible, ya que vivimos en una sociedad en la que es muy difícil no escuchar absolutamente nada.
Me parece una magnífica forma de relajación la que has propuesto esta semana. En primer lugar, he cogido una silla y me he sentado con la espalda recta frente a una ventana que da a un parque. Luego, he visualizado el paisaje y he cerrado los ojos, dispuesta a escuchar a mí alrededor. Al principio solo oía el corretear de los niños que había en el parque y sus risas, pero luego, digamos que era como si mi oído se hubiese agudizado, he empezado a oír un montón de sonidos como, por ejemplo, el canto de los pájaros o el sonido de las hojas de los árboles al ser movidas por el viento. También he escuchado algún que otro ladrido y el ruido del motor de los coches al pasar al lado del parque. No había ningún sonido que me pareciera que estuviese fuera de lugar, porque si sabes escuchar, oír y apreciar todos los sonidos, te darás cuenta del significado y la importancia de cada uno de ellos, porque todos se complementan entre sí ya sea de una forma o de otra.
Por último, quería comentar el cuadro que has mencionado, “El oído”. Este cuadro es una gran representación del sonido, ya que te permite crear “tus propios sonidos”, porque puedes imaginarte como es el sonido que sale de cada parte del cuadro, por ejemplo, lo que me llama la atención es que hay un montón de instrumentos y animales, todos ellos si se compaginan entre sí pueden crear fascinantes melodías. Este hecho produce que el cuadro te provoque felicidad al verlo. Al aumentar cada parte del cuadro y verla con más detalle he dicho “guau, increíble lo que estos pintores han logrado hacer y transmitir con este cuadro”.
Me ha encantado la idea que has propuesto esta semana y ya estoy impaciente por ver qué idea propones la semana que viene.
Un saludo, Nerea.
Hola Cecilia. Soy Lucia Carpeño de 3º A.
ResponderEliminarEste es un tema muy interesante para comentar y como tú has dicho nuestra vida mental no nos deja escuchar la vida real. En algunos casos, como a la hora de estudiar diría más bien que nuestro ruido mental es el que no nos permite escuchar la realidad. Muchas veces nos encerramos en nuestro mundo de pensamientos y olvidamos por completo que debemos volver a centrarnos en los estudios, en clase o en cualquier otra actividad.
Hace unos meses tuvimos contigo una sesión en la que escuchábamos con atención los sonidos de la calle y creo que es la vez que mejores resultados ha tenido. Todos en silencio nos concentramos en cada pequeño movimiento y cuando volvimos a clase nos fue mucho más fácil atender.
Tras realizar los pasos que nos has indicado en casa antes de estudiar me ayudó mucho a organizar mis pensamientos y a estudiar con más facilidad.
Que curioso que una cosa que pasa tan desapercibida como el silencio sea tan importante ¿No crees?
Hola, soy Carlos, profesor de Matemáticas. Como de costumbre, enhorabuena a las alumnas Nerea y Lucía, por sus siempre acertados comentarios :-)
ResponderEliminarMe considero un pequeño "maniático" del sonido así que este ejercicio me interesa. Mientras escribo esto el sonido del tecleo en el ordenador es el instrumento principal. La barra espaciadora, aguda y contundente, da el contrapunto a las teclas menores. De fondo se escucha el televisor que está escuchando otra persona en una habitación cercana, todo ello envuelto por el zumbido del ventilador del ordenador. Tantos ruidos mecánicos llenando nuestra cabeza día tras día... No es sorprendente que nuestra mente descanse en el campo. Ahora se escucha el rumor de un coche distante recorriendo la carretera, el rugir de su motor apagado por la ventana y la persiana. Lo siento moverse de izquierda a derecha, como un instrumento moviéndose de un auricular a otro en una mezcla estéreo. Aunque el ejercicio me divierte, una parte de mí está deseando cerrar el ordenador y buscar un poco más de silencio.
Sobre el cuadro, me parece una belleza, me gustaría verlo en persona para apreciarlo bien. Hace tiempo que no voy al Prado y puede ser una buena excusa. Además de todos los detalles sonoros dentro de la habitación (el reloj, los instrumentos) me ha llamado especialmente la atención el gran ventanal que da al exterior (y los pájaros volando, también aportando sus propios sonidos) y el contraste con las imágenes "estáticas" de los cuadros pintados dentro del cuadro. Teniendo en cuenta que en un cuadro, por definición, todo está "quieto", me ha impresionado la sensación de amplitud y movimiento que produce dicho contraste, cuando uno se asoma con su imaginación por esas ventanas.
Un saludo a todos.
Hola Cecilia, soy Daniela García de 2ºE.
ResponderEliminarYo pienso que la mayoría de personas cuando intentan concentrarse en los sonidos por ejemplo el sonido que más se escucha es el de nuestro pensamientos.
Por lo general cuando intentamos tener un momento de calma y centrarnos en nuestra respiración en los sonidos... etc Se nos vienen a la mente nuestras preocupaciones o pensamientos que creemos que son dañinos para nosotros, pero no lo son. Yo creo que no hay que prestarle demasiada atención a las emociones, sentimientos, o pensamiento "malos", por que prestarles atención provoca que se acentúen más o que te causen mayor agobio, simplemente hay que reconocer que están ahí y no intentar luchar contra ellas porque cuando el estrés, la ansiedad, el miedo o cosas por el estilo aparecen, es porque hay algún aspecto de nuestra vida o de nuestra mente que no esta bien y simplemente son avisos que indican que hay algo que debes cambiar y cuando se van lo único que te deja es un aprendizaje. Porque todo pasa por algo.
Para dominar este tipo de situaciones es importante como tu has dicho controlar la respiración junto otras cosas para cuando el agobio llega poder frenarlo y poder convivir con el sin que afecte a tu rendimiento, pensamientos, vida...
Pues sí, Cecilia. No es de las obras más conocidas del Museo del Prado. Es una gran obra de Jan Brueghel el Viejo en colaboración con Rubens, dos maestros del Barroco, que forma parte de la serie de los cinco sentidos. El sentido del oído, que está relacionado con la Música, pero también se hace referencia a los otros sentidos, como la vista, ya que a través de él podemos imaginar un mundo. Es un canto al disfrute de los sentidos y de la vida.
ResponderEliminarEs cierto, más que oír debemos escuchar los sonidos, prestar atención y, si es posible, disfrutarlos. La naturaleza nos brinda numerosos ejemplos de ellos, como el canto de los pájaros, el rumor del agua o el viento, y, por supuesto, la Música, creada por el ser humano.
Los ejercicios propuestos, de alguna manera, todos los hemos llevado a la práctica alguna vez y nuestra imaginación ha volado. ¡Vamos a realizarlos más conscientemente!
UN COMENTARIO ESTUPENDO QUE LE DEBEMOS A FRANCISCO CAMPOS ALCALDE, PROFESOR DE HISTORIA
ResponderEliminarHola Cecilia, quería compartir que el domingo fui a un concierto de flamenco un rato después de leer tu propuesta para esta semana. Como tenía muy reciente tu mensaje, intenté aplicar unos minutos la atención plena a los sonidos. Cerré los ojos y traté de fijarme en cualidades de la música como tú sugerías, la frecuencia, la intensidad, la duración de los sonidos, la reverberación en la sala, el timbre de voz del cantaor, la percusión, la guitarra... Lo hice sólo un ratito corto porque me parecía tan bonito que me era difícil no "juzgar" esos sonidos y pensé que quizá ese no era el mejor entorno ni momento para poner en práctica esta técnica porque quería disfrutar de la emoción que despertaba en mí la música. Pero sí que me vino bien para estar más centrada durante todo el concierto en lo que estaba pasando en ese instante delante de mí y estar más presente, en lugar de dejar que mi mente se fuera a otro sitio o a otras preocupaciones o pensamientos que me distrajeran. También estuve un rato observando a los músicos pensando en lo concentrados que debían estar ellos en esas y otras características de los sonidos durante todo el rato que duraba el concierto. Lo suyo sí que era una práctica de atención plena.
ResponderEliminarEn fin, una semana más gracias por sugerirnos nuevas propuestas y animarnos a ser un poquito más conscientes de nuestra vida y de lo que pasa a nuestro alrededor y dentro de nosotros. Un beso.
Hola Cecilia, soy Isabel Castellano de 2°A.
ResponderEliminarHoy iba a ponerme a estudiar inglés, para un examen de la academia, pero no me apetecía y entonces he realizado esta sesión para despejarme y hacerlo con más ánimo. Yo estaba en mi parcela, entonces he salido afuera donde he podido oir: a los pájaros cantar, al viento moviendo las hojas de los árboles, también a los perros ladrar, a las gallinas de mi vecino cacarear... Todo hasta ese momento era muy agradable, pero ha pasado un coche y ha destruido ese momento, pero yo he vuelto a esos sonidos tan agradables que me estaban llevando a un trance de tranquilidad. He estado siete minutos, y luego me ha resultado más fácil ponerme a estudiar, me sentía como nueva y con más ánimo.
Aprovecho para decir que la naturaleza es preciosa en todos los aspectos, y estoy muy de acuerdo con ese tópico que dice "locus amoenus", que signigica lugar agradable, y yo creo que ese es el mio.
Un saludo, Isabel.
He de reconocer que he hecho un poco de trampa ya que no he realizado los ejercicios en situaciones más cotidianas (casa, habitación, parque,...)...os cuento. Vivo en un municipio cerca de Madrid, campo hay por todos lados, hace una tarde estupenda, he cogido la bici y he subido a un cerro denominado “ la patata”. Estoy en pleno campo, nadie a mi alrededor, vistas de Madrid impresionantes,... y decido cerrar los ojos, respirar y atender únicamente a lo que me dicta mi oído. IMPRESIONANTE. Pájaros diversos, lagartijas o a saber qué por el suelo, sonidos de ramas por el viento,..Vuelvo a casa renovado. Decido hacer el mismo ejercicio en el salón de casa,...ruido del frigorífico, del ascensor, del autobus,... IMPRESIONANTE también aunque no me renueva tanto. Creo que lo interesante de la propuesta es darle un plus a este sentido del oído ya que vivimos en un constante ruido y muchas veces no sabemos o no nos permitimos escuchar mensajes interesantes. Así que ya sabes, A respirar y A Escuchar
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