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domingo, 31 de marzo de 2019

¡A RESPIRAR!, SEXTA SEMANA

HOLA, ALUMNOS ATENTOS:

Hoy vamos a hacer un nuevo amigo. Nadie sabe su nombre, la gente le llama "El Espinario". Debe tener unos trece años y vive en un museo de Roma. Observa cómo, a través del sentido del tacto, trata de sacar la espina que se le ha clavado en un pie, 
La Academia de la Lengua define el tacto como el sentido corporal con el que se perciben sensaciones de contacto, presión y temperatura. Si seguimos leyendo resulta que tacto es también prudencia para proceder en un asunto delicado. Descubrimos la semana pasada que los sentidos nos abren tanto al mundo externo como a la percepción de nuestra vida interior. El tema de hoy es ideal para investigar qué nos ocurre cuando el sentido del tacto nos dice que algo molesta. Nuestro amigo trata de sacar la espina que le incomoda pero lo hace con cuidado, con delicadeza, atento. ¿Qué espinas se nos clavan a nosotros y cómo procedemos para resolverlo?, ¿te suena algo de esto?
  • he perdido algo que no volveré a encontrar
  • estoy triste, me pasa a menudo
  • los demás son más listos que yo
  • nadie valora el esfuerzo que estoy haciendo
¿En serio? ¿Qué tal si nos sentamos un minuto a respirar y observamos con atención esa espina que se nos ha clavado? ¿No encontraremos la forma de "sacárnosla" si, como decía antes, somos prudentes y delicados?
  • todo lo que se pierde se encuentra, de una u otra forma
  • a veces estamos tristes, a veces alegres. Forma parte de la condición humana
  • soy tan listo como cualquiera, faltaría más
  • estoy rodeado de gente que me aprecia y me quiere. 
 A veces, basta un poco de "tacto" para encontrar dónde nos duele y solucionarlo. Te animo a probar. Ya sabes cuánto amor hay en estos consejos. Un abrazo, Cecilia.

PRÓXIMAS ENTRADAS DE ¡A RESPIRAR! 21 Y 28 DE ABRIL DE 2019. Hasta entonces,¡felices vacaciones!

11 comentarios:

  1. Hola Cecilia, soy Nerea Díaz García, alumna de 2ºA.
    Me parece que tienes mucha razón en las palabras que dices, no sirve de nada decirnos cosas negativas, porque no siempre son verdad. Hay que tratarnos a nosotros mismos y también a los demás con “tacto”, con delicadeza, “midiendo” muy bien nuestras palabras, lo que decimos, y cómo actuamos. Pero para poder tratar con “tacto” a las personas, primero tenemos que aprender a tratarnos con “tacto” a nosotros mismos, no podemos pensar siempre lo peor, “esto no lo puedo hacer”, “nada me sale bien” o “nadie valora lo que hago”; porque eso solo influye en nuestro estado de ánimo, que a veces conlleva tratar mal a las personas de nuestro alrededor sin darnos cuenta, o incluso tratarnos mal a nosotros mismos.
    Hay una frase que yo la he oído en varias ocasiones, “tengo una espina clavada en el corazón”, se refiere a algo o alguien que nos ha hecho daño, que quizás nos traicionó, o simplemente se fue de nuestra vida; es una sensación de tristeza, dolor, angustia… Esa “espina” hay que sacarla con “tacto” porque si haces algo inesperado, puedes causar mucho daño, a lo mejor un daño permanente. Pero cuando consigues sacarte esa “espina”, ya sea una “espina” física o psíquica, te sientes aliviado, como si una parte de ti o de alguien cercano, ya no estuviese sufriendo.
    Un saludo, Nerea.

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  2. Querida Nerea, aunque no soy muy dada a responder en los comentarios, pues me gusta dejaros ese espacio a vosotros, me parece tan acertado lo que escribes que voy a hacer una excepción. Primero, hablas de "medir" bien nuestras palabras, una noción del universo greco latino done "medere". medir, significaba encontrar el justo equilibrio de las cosas. De ahí vienen palabras como "medicación", encontrar el equilibrio físico, o "meditación", encontrar el equilibrio psíquico. Además te acuerdas de la frase "tener una espina clavada", que se usa en sentido figurado para hablar de un dolor interno, de una deuda que no hemos podido saldar. Y para terminar me dices que "esa espina
    hay que sacarla con tacto porque si haces algo inesperado, puedes causar mucho daño, a lo mejor un daño permanente". Qué comentarios más sutiles, inteligentes y delicados. Cuánta belleza encierra el corazón capaz de escribir así.

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  3. Hola Cecilia, soy Lucía Gregorio de 2ºA. Me pasa constantemente y nunca consigo sacarme esa espina que tanto se me clava día a día. Es duro, lo sé. Casi nunca puedo pensar con claridad y positivismo e intento olvidar lo que pienso, sistutuyendolo por no pensar en nada. Tienes mucha razón en las alternativas que haces para eso. Y deberíamos hacer eso todos y todas, cada día para aumentar la autestima y la felicidad. ¿ Quién dijo que eres tonto? A veces es bueno preguntarse eso, para verdaderamente pensar ue esta todo en tu cabeza y que es bueno pensar y respiara para encontrar la sufieciente paz para poder pensar con claridad. Además siempre va a ver gente mejor en algo o que se le de algo peor, cosas que tu haces. Pero eso es normal, que alguien haga algo mejor, no significa que seas un inútil o que alguien sea peor el algo no significa que seas el mejor o un genio.
    Esa es mi reflexión, un brazo:
    Lucía

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  4. Hola Cecilia, yo también opino que las palabras de Nerea son muy acertadas. Creo que en la propuesta que nos planteas para reflexionar esta semana, de lo que estamos hablando es de la relación de amor más profunda y duradera que tendremos en nuestra vida, la relación con nosotros mismos. De ahí la importancia de tener una autoestima sana, que no es más que el valorarnos por lo que somos, preciosos seres humanos merecedores de la felicidad, perfectos en nuestra imperfección, en continuo desarrollo y aprendizaje. Para ello debemos aprender a tratarnos con esa delicadeza de la que tú hablas porque, si no nos queremos a nosotros mismos, es difícil que encontremos ese amor fuera. En mi opinión, ese amor por uno mismo empieza también por cuidar y mimar el cuerpo, darle alimentos saludables, hidratarlo adecuadamente, dejarlo descansar las horas que necesita, sacarlo a pasear para respirar aire puro y ejercitar los músculos, y evitar intoxicarlo con sustancias nocivas. Pero más importante aún es cuidar nuestras mentes, evitar también el tóxico que representa el estrés, los pensamientos de autoboicot, no apegarnos a las emociones negativas que nos afligen, y cultivar momentos de calma, practicar actividades que nos gusten y nos relajen, establecer relaciones satisfactorias,... Puede parecer todo un mundo, pero es la tarea más gratificante a la que dedicar energía, porque cuando uno está bien, se valora a sí mismo y está en equilibrio, tiene mucha paz, alegría y amor para repartir a los demás. Como la vida es larga, habrá momentos en que nos desviemos de este objetivo, por muy claro que lo tengamos, y tropezaremos y cometeremos errores, o bien otras personas nos harán daño. En esos momentos es cuando debemos usar algo muy valioso que es el perdón, perdonarnos a nosotros mismos y perdonar a los otros, porque esto es un camino de aprendizaje para todos y, hasta de las experiencias más difíciles podemos salir reforzados. Así que a cuidarse y a quererse mucho. Quiero terminar con unas palabras de Gandhi que me han venido a la mente al reflexionar sobre este tema. "Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino. Y tu destino será tu vida".

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  5. Hola a todos, soy Carlos, profe de Matemáticas. Muchas gracias a Lucía y Nerea por sus comentarios, y toda la inteligencia que hay encerrada en los mismos.

    Nerea, del tuyo me quedo con: 'para poder tratar con “tacto” a las personas, primero tenemos que aprender a tratarnos con “tacto” a nosotros mismos'. Efectivamente, desde una posición de baja autoestima y de no valorarnos a nosotros mismos, ¿cómo vamos a tratar bien a los demás? Quiérete a ti mismo, conócete, respira como hemos estado haciendo estas últimas semanas, mírate sin complejos como hicimos la semana pasada... Y desde esa posición verás que ves y tratas mucho mejor a los demás, y esa "espina" ahora se puede sacar fácilmente.

    A Lucía, decirle que me ha interesado mucho: 'intento olvidar lo que pienso, sustituyéndolo por no pensar en nada'. A veces esa parece la opción fácil, pero a la larga sabemos que no funciona, porque esa "espina" sigue ahí. Hay que tener valor para sacarla (sabemos que al hacerlo puede doler un poco) pero luego todo será mejor. Este tipo de ejercicios, en los que, como propone Cecilia, respiramos e intentamos cambiar unas sensaciones por otras, cuestan al principio, pero como todo en la vida, cuanto más lo entrenemos mejor nos saldrá y más fácil nos resultará.

    Muchas gracias por vuestras intervenciones.

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  6. Hola de nuevo, he entrado para ver si había comentarios nuevos porque me gusta mucho leeros y me he dado cuenta de que no vi el comentario de Lucía al escribir el mío, creo que debió coincidir y que las dos los estuvimos escribiendo a la vez. Así que quería añadir algo más, porque me ha parecido también muy reflexivo y coincido con Carlos en que lo de tratar de "no pensar en nada" quizás no sea la mejor solución. Es un mecanismo de defensa muy común que usamos todos, más o menos inconscientemente. Tratamos de evadirnos de nuestros problemas y no pensar en ellos, a veces viendo una serie, a veces rodeándonos de mucha gente, a veces con la comida... pero la mente no está hecha para "no pensar en nada", esa no es su naturaleza. La mente es como un río y los pensamientos no paran de fluir. Cuando respiramos y aplicamos las técnicas de atención que plantea Cecilia, no se trata de no pensar en nada, se trata de no implicarnos en esos pensamientos, de no valorarlos, de no juzgarlos, de sentarnos a la orilla del río y contemplar tranquilamente cómo fluyen las aguas, pero sin dejarnos arrastrar por la corriente, sólo observar y familiarizarnos con esa forma de ser que tiene nuestra mente. Cuando te centras en la respiración o en un sonido, en algo del momento presente que está sucediendo justo ahora, las preocupaciones del pasado quedan atrás, se alejan como lo hace una nube en el cielo, y los miedos por el futuro son también lejanos, como un rayo en el horizonte que amenaza con tormenta, pero que tal vez nunca llegue a materializarse porque cambie de dirección o se calme antes de convertirse en lluvia.

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  7. hola soy juan manuel castillo de 2ºC y entiendo el significado del dolor que puede sentir uno con una espina,ese dolor nos hace sentir triste por no poder sacarlo,todo el mundo tiene un espina,hasta puede que tenga más de una,todas esas enpinas expresa todos los problemas que una persona tiene en su vida,de hecho yo tengo muchas espinas , unas que pude sacarme con el tiempo y otras que no he podido sacarlas de todo y cuando me centro en respirar y calmar ese dolor no puedo , ese dolor puede hacerte mas fuerte al paso de tiempo o te hace sentir un sonido de pena o tristeza que ninguna otra cosa lo podría aliviar.

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  8. Qué comentario más hondo, sincero y valiente, Juan Manuel. Tienes toda la razón al escribir "cuando me centro en respirar y calmar ese dolor no puedo" porque hay penas que son muy hondas y uno no puede quitárselas solo. Yo aquí en el blog hablo más bien de la calma frente a lo cotidiano, perder el móvil por ejemplo, o enfrentarse a un examen. Para las penas grandes la única solución es dejar que el tiempo pase, porque como tú bien dices "ese dolor puede hacerte mas fuerte al paso de tiempo" aunque "siempre quede un sonido de pena o tristeza", melancolía diría yo, como me pasa cuando me acuerdo de las personas a las que amaba y no volveré a ver. Muchas gracias por compartir tus emociones conmigo, que os quiero tanto.

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  9. Hola, soy Francisco profesor de Historia. Es curiosa la doble acepción de tacto: uno de los sentidos que nos acercan al exterior, y el tacto o prudencia con la que abordar ciertos asuntos de la vida cotidiana.
    Los problemas que nos plantea Cecilia alguna vez nos han preocupado, y es muy habitual la frase de Nerea sobre la espina en el corazón. Por eso, igual que hace el niño del Espinario, proceder con decisión y prudencia para localizar y extraer la espina, nosotros tenemos que concentrarnos en encontrar todos los temas que no nos dejan desarrollarnos y ser felices, y erradicarlos.
    Muy buenos comentarios de alumnos y profes, y me quedo con una frase de Verónica: "hay que olvidar las preocupaciones del pasado y los miedos del futuro".

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  10. Hola Cecilia, soy Isabel Castellano de 2°A ESO.
    Esta sesión me ha gustado mucho, porque yo creo que no solo tenemos que darnos cuenta de espinas que hay en el interior, sino también de las que hay en el exterior. Muchas veces no solo esa espina nos afecta a nosotros, sino también a los que nos rodean, que normalmente son nuestros seres queridos. Es cierto que siempre hay que hacerlo con prudencia y delicadeza, porque si no lo haces puede agravar la situación, como cuando te sacas una espina del pie y se te puede infectar la herida, esto es igual. El tacto nos abre puertas que casi nunca nos imaginamos. Tan solo con un poco de tacto podemos resolver muchos problemas, y no solo los nuestros, tambien podemos ayudar a los demás.
    Normalmente dicen que es más facil sacar las espinas físicas que las psíquicas, pero es mentira, creo que si lo hacemos con "TACTO" es igual de sencillo sacar ambas.
    Finalmente, un saludo, Isabel.

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  11. Quién no tiene clavada una o varias “espinas”? Cómo sacarlas? Creo que aquí nos va a venir muy bien si integramos varios de los ejercicios de las semanas anteriores. Ejercicios de respiración y atención, escáner corporal, escuchar a tu corazón, mirar con las gafas de la felicidad,...y sobre todo mucho tacto con los demás y mucho pero que mucho tacto para con uno mismo ( que a veces se nos olvida). La espina podrá seguir doliendo pero cada uno puede elegir si el dolor es por poco o mucho tiempo y si duele mucho o poco. Así que ya sabes A respirar con Tacto!!

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