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domingo, 29 de diciembre de 2019

B DE Ana Magdalena BACH, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

Queridos lectores de estas Romanzas que acompañan con su latido casi invisible mi labor en el aula. Se acerca el 31 de diciembre. Nos esperan fiestas alegres y ruidosas, comilonas, alguna que otra disputa familiar, inevitables lágrimas por los que ya no están y, definitivamente, la ilusión de estrenar un nuevo año. ¡Queremos hacer tantas cosas!. El 1 de enero parece el día perfecto para ponerse en marcha, tomar decisiones, y prometernos a nosotros mismos hacerlo mejor que nunca. Yo os animo a adornar estos sueños y proyectos con una música delicada y un texto aún más delicado. Veréis...


              Ana Magdalena Bach fue la segunda esposa del compositor Juan Sebastian Bach. Se querían muchísimo, y lo sabemos porque esta gran intérprete y cantante lo dejó por escrito  en un libro que se llama "La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach". Allí cuenta cómo Juan Sebastian escribía numerosas piezas musicales para que ella las interpretara. En esa crónica encuentro la referencia a una canción que siempre me ha conmovido. Se titula "Willst du dein Herz mir schenken" (BWV 518), es decir "Si quieres entregarme tu corazón". El texto, de una dulzura indescriptible, habla de amar de forma callada, sin exhibicionismo, sin alardes. "Si tu corazón quieres darme, hazlo secretamente"-dice.  "El amor debe ser callado, se lleva en el corazón, se ama desde el interior. Basta con estar seguro uno mismo". Os invito a escuchar esta preciosa melodía y a dejaros llevar por el hondo significado del poema. En esta época donde el valor de las cosas parece asociado a su inmediata exhibición en redes sociales, en las fotos que nos hacemos, en la ropa que nos compramos, en lo que mostramos a los demás para que validen con su aprobación nuestras elecciones, ¿qué tal la conquista de un espacio personal donde, seguros de nosotros mismos, no tengamos nada que demostrar, nada de lo que presumir, nada de lo que alardear? Amar a otras personas sin atarlas en corto, a nosotros mismos sin ser soberbios, amar el estudio por sí mismo y no por las calificaciones que nos dan, amar nuestros proyectos aún si no son bien comprendidos, entregar el corazón callada, discreta, serenamente. ¿Os parece un buen plan para 2020? Allí nos encontraremos, en clase.  Sabemos secretamente cuánto nos queremos. Un abrazo, Cecilia


Yo creo que actualmente la gente está todo el día subiendo lo que hacen a las redes sociales, y les preocupa más complacer las expectativas de los demás que lo que ellos mismos desean o quieren hacer. La composición creo que lo que intenta transmitir es que hagamos las cosas sólo si queremos. Ana Magdalena Bach dice que le entregue su corazón, pero sólo si la otra persona quiere, no le obliga porque es consciente de que cada uno es libre de hacer lo que quiera. 
Muchas veces, no nos damos cuenta pero cuando escuchas una melodía como la que has mencionado te paras a pensar en las personas que te quieren, en las que ya no están, en las que están en camino, y esto es algo maravilloso, pero desgraciadamente esto se esta perdiendo.(...) Nadie tiene tiempo para recapacitar y menos para escuchar música clásica que "ha pasado de moda".Por eso estos últimos días de 2019 tenemos que recapacitar lo que hemos hecho bien este año y mantenerlo para el siguiente, además de nuevos propósitos. 
c


domingo, 22 de diciembre de 2019

B DE BONDAD (II), DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

El poeta responde lo siguiente:
Hola, Cecilia. Hola, amigos.
Escribí este poema a partir de un pequeño suceso que me ocurrió cuando tenía 16 o 17 años y que nunca he olvidado. Encontré a un gorrión herido, todavía vivo, lo cogí y lo tuve un momento entre las manos, como dice el poema. Murió silencioso, sin moverse, apenas si se notó el momento en que voló más alto y más libre de lo que sus alas diminutas le permitían. Años después, este suceso mínimo me vino a la memoria y me encontró delante del ordenador. El poema surgió solo, sin pausa, pero suave,sosegado, como la corriente de un río de Castilla. Estamos rodeados de momentos llenos de pequeñas sensaciones, de fugaces ráfagas de belleza, de instantes donde se concentra el sentido íntimo de la vida de cada uno. Prestar atención a esos momentos convierte la vida en una historia propia, en la novela que cada uno escribimos y vamos completando, en el poema donde dibujamos lo que vamos siendo a cada paso.
Ese pequeño gorrión permanece en mi memoria desde entonces. He estudiado muchas cosas, he aprendido cantidades increíbles de datos, fechas y nombres, he olvidado otras tantas. Ese pequeño gorrión, ese día, el lugar donde pasó, la tristeza serena que sentí, el latido diminuto que se apagó en mi mano permanecen constantes. Jose Manuel García
Hola, soy Nerea Díaz. No te conozco, pero se que eres amigo de Cecilia, porque ella nos ha hablado muy bien de ti. No me hace falta conocerte, aunque me gustaría ya que a través de como se expresa una persona, se puede saber cómo es su personalidad. Me ha gustado mucho tu poema, no es fácil escribir sobre vivencias que te hayan ocurrido, y al mismo hacer que la gente se sienta identificada. Un saludo, Nerea (3º ESO)

(El poema citado puede leerse en la pág. 27 de "Nombres, rostros y palabras" de Jose Manuel García, Devenir el otro, núm. 36, Madrid, 2011. Para conocer el pensamiento de Jose Manuel recomiendo "Manual de Filosofía práctica para tu día a día. 25 acciones filosóficas que mejorarán tu calidad de vida", Arcopress, Córdoba, 2018)


sábado, 14 de diciembre de 2019

B DE BONDAD, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES





En un precioso poemario que he descubierto recientemente, el autor Jose Manuel García dedica estas líneas a su encuentro con un pájaro:

"Lo tuve entre las manos.
Su diminuto latido asustado
marcaba en huida el tiempo
del adiós inmediatamente futuro.
Pero yo no lo sabía.
Apenas si ocupaba mi mano,
pero sí mis ojos y mis sentidos."


Los versos que siguen confirman que el animal está herido pero el poeta cree que puede salvarlo: "lucía el sol, era joven. Pensé que la vida surgía con sólo quererlo" explica. Poco tarda en descubrir que no se puede burlar a la muerte. Entonces:

"Lo enterré porque pensaba...
que también los gorriones
tendrían un cielo aéreo
por donde deambular imprecisos."

Me parece a mí que en ese entierro está contenida toda la arrolladora fuerza de lo inútil: la bondad que se expresa sin esperar recompensa y la necesidad de contarlo. El recipiente tiene que ser, casi por fuerza, un poema o una página musical. Muchísima música evoca pájaros que un momento existieron y nos dejaron la eternidad de su canto en las composiciones de Jannequin, Vivaldi, Mozart. ¿Conoces una página para piano de Schumann titulada "El pájaro profeta"? Oscar Wilde nos contó la historia del ruiseñor y la rosa. Bécquer contempla un arpa en el ángulo oscuro del salón y piensa en "cuánta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en las ramas". El gran Juan Ramón declara: " Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando". Nos iremos, sí. Precisamente por eso es tan importante permitir que la bondad, la compasión y la conciencia de lo inútilmente bello nos doblegue. Hace muchos, muchísimos años, una profesora de Filosofía preguntaba en clase a mis compañeros y a mí "¿Qué es lo que está bien y qué es lo que está mal?". Ella no tenía la respuesta, ni la teníamos sus alumnos entonces, ni la tengo yo hoy. Pero si pudiera volver a aquel día y responder a la profe le diría que para ser más bondadosos debemos leer poesía, escuchar música y pasear más a menudo por el bosque. Hermosa manera de buscar la bondad que debería presidir nuestros actos y nuestra forma de mirar al mundo, a los demás, a nosotros mismos.

(El poema citado puede leerse en la página 27 de "Nombres, rostros y palabras" de Jose Manuel García, Devenir el otro, núm. 36, Madrid, 2011)



domingo, 8 de diciembre de 2019

B DE BEETHOVEN, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

Hacia 1802 Beethoven se instaló en una pequeña localidad cerca de Viena llamada Heiligenstadt.

 Lo hacía por consejo médico, con la esperanza de frenar el proceso de pérdida auditiva que finalmente resultó incurable. Allí, paseando entre los bosques, nos deja el testimonio desgarrador de un músico condenado a la sordera: "¿cómo aceptar-escribe-la enfermedad del sentido que, en mi caso, debe ser más perfecto que los otros? ¡Qué terrible para mí cuando alguien oye una flauta en la distancia que yo no puedo oír, o cuando alguien oye a un pastor cantando y de nuevo yo no oigo nada!" Sabemos bien de su desesperación, que le lleva a pensar en el suicidio pero "mi arte me ha detenido. Me parecía imposible dejar este mundo antes de haber creado todo aquello que soy capaz de crear". Los manuscritos de Heiligenstadt nos revelan a un hombre que no sólo es colosal en su música sino también en su capacidad para afrontar la desgracia y sobreponerse a ella. No olvidemos que estando sordo escribe el más famoso himno a la alegría que se haya escrito nunca.


 Los avances modernos en psicología y neurociencia nos permiten identificar algunas de las características que conforman la capacidad de "resiliencia" o de adaptación a la adversidad: (Harvey M., Journal of traumatic Stress, 1996. Citado por Feder, D. J. en Resiliencia, Cómo la mente supera las adversidades, 2018). 

- dominio de la situación, de modo que no hay pérdida de control (dejar de componer, en el caso de Beethoven, hubiera sido una pérdida de control de sus capacidades). El trauma se siente pero con cierto equilibrio
- autoestima, ser capaz de sentir la valía personal y de conservar una imagen positiva de uno mismo ("me parecía imposible dejar este mundo antes de haber creado todo aquello que soy capaz de crear")
- claridad para pensar y reaccionar
- elaboración de un significado positivo, aún en las situaciones más indeseadas.

Beethoven, excepcional como músico, también lo era como ser humano. Su perseverancia, confianza en sí mismo, autonomía y capacidad para seguir motivado ¿son rasgos que pueden cultivarse o son características que presentan sólo algunas personas? Los estudios actuales sobre la personalidad son optimistas. La habilidad de identificar con qué recursos contamos y qué áreas de nuestra vida no presentan dificultades (en lugar de enfocarnos en lo que va mal) son vistas hoy como capacidades susceptibles de entrenamiento, y cruciales en los momentos de crisis. La tremenda vitalidad, fuerza, energía y emoción que hay en las composiciones del Beethoven sordo nos ofrecen un argumento existencial que deberíamos incorporar "de serie", y es que la vida no siempre discurre por caminos ordenados ni placenteros, pero que siempre es posible dotarla de sentido.
Un abrazo, Cecilia