Tony Leblanc (Madrid 1922-2012) fue en su momento un actor y comediante enormemente popular. Escribió un libro de memorias (1) en el que encontramos numerosas referencias a los cantantes y bailarines con los que colaboró, a las revistas musicales en las que participó, a las canciones de sus películas. Tuvo una formación prácticamente autodidacta. Una chica que había estado en América le enseño a bailar cuando era pequeño. A los 18 años se presentó a un concurso de claqué en el circo Price de Madrid y ganó. "A día de hoy, contaba con guasa después de más de medio siglo, creo que aún soy el campeón puesto que no se ha vuelto a celebrar ningún certamen nacional de este tipo". El baile, las canciones y la música están presentes a lo largo de todo el libro. Pero es en una anécdota del servicio militar donde se pone de relieve la capacidad de seducción que la música ejerció sobre él, y de qué forma las melodías nos vinculan a aquellos a los que más amamos.
El capítulo 3, titulado "La llamada del ejército", empieza explicando que en aquella época la mili era, además de obligatoria, "una cosa muy seria". Poco se necesitaba para irritar a un mando superior, y ser sancionado. Así recuerda su primera guardia, un 24 de diciembre. Desde la garita, escuchó a un grupo de jóvenes que iban cantando "E
sta noche es Nochebuena y mañana Navidad...":
Todo mi cuerpo se estremeció. Todas las nochebuenas de mis veinte años de vida las había pasado con mis padres. Sin pensar en el riesgo que corría, me monté en el metro para ir a ver a mis padres a casa. En el vagón íbamos pocos, pero los demás pasajeros no me quitaban el ojo de encima al verme de tal guisa, con el casco, las cartucheras y el fusil (...) Con este aspecto me apeé en la estación y me dirigí hacia mi casa (...) Mi madre dio un salto de alegría cuando crucé la puerta y me comió a besos; mi padre, muy extrañado, me preguntó:
- ¿Dónde vas así?
- Es que estoy de guardia en el cuartel y como es Nochebuena he venido a estar un ratito con vosotros.
Mi madre estaba encantada:
- ¡Muy bien, hijo mío! Quítate el uniforme y siéntate, que te voy a dar algo calentito y después te acuestas.
Mi padre gritó:
- ¿Que se acuesta? ¡Ahora mismo te estás volviendo a tu guardia!"
Me parece preciosa esta página, donde la reacción del chaval al oir la melodía de su infancia y el amor de los padres plasmado en la alegría de ella y la preocupación de él expresan de forma magistral qué pocas cosas nos mueven en la vida. Un lugar al que volver, y la memoria en forma de canción, poema o perfume. "Ésta es mi vida", es el título del libro. Ésta es la vida, en general, querido Tony. Al menos, la que merece recordarse.
La música puede hacerte recordar sucesos pasados que son importantes para ti o que te han dejado una huella muy profunda. La música es un tesoro porque, además de hacerte recordar (...) también te da energía y fuerzas para continuar. Raquel 1º ESO
1)Tony Leblanc, Ésta es mi vida, Temas de Hoy, Madrid, 1999
Siempre es un placer leerte, amiga.
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