Me escribe una amiga para recordarme que hoy a las ocho podríamos aplaudir una vez más a los doctores, enfermeros, personal hospitalario y sanitario que ha estado en primera línea en la lucha contra el coronavirus. Es el aplauso final, pues nos encaminamos hacia una nueva fase en la que progresivamente recobraremos nuestra vida de antes (¡ojalá!)
Han ido a pelear por nosotros, y nosotros nos hemos quedado en casa. Muchos padres sin trabajo, muchos alumnos sin ordenador, sin internet, algunos con familiares gravemente enfermos. Os aseguro que cuando aplauda esta tarde también os estaré aplaudiendo a vosotros, mis valientes: a los que seguís enviando los deberes porque "no da igual", a los que me mandáis fotos y videos, a los que os sigue ilusionando el estudio, a los que dais las gracias, a mis estoicos risueños ¿os acordáis?
"Infeliz de mi, dice uno, porque tal cosa me aconteció". No, al contrario "Dichoso yo, porque habiéndome ocurrido esto, continúo sin pena alguna, ni quebrantado por lo presente ni amedrentado por lo venidero. Una semejante desgracia hubiera podido ocurrir a cualquier otro, y este no hubiera sabido continuar..." (Marco Aurelio, Meditaciones, Libro IV, 49)
Dejo un video con la música de la película "Doctor Zhivago". Un abrazo y atento a las ocho, estaré aplaudiéndote a ti.
D de Doctor, a los que debemos aplaudir todos los días y mucho más. Aquí, aunque tengamos miedo del contagio, pero estamos seguros de poder ir al hospital si nos encontramos mal, en otros países la gente está mucho más asustada porque ni siquiera consideran que les curarían si se ponen malos, no hay esta sanidad pública que nosotros tenemos.
ResponderEliminarY aunque es verdad que los Doctores son la parte más importante en la recuperación, supongo que hay muchos “Doctores” que necesitamos porque este encierro está generando otras “enfermedades” (también con D) como la Desilusión: nos preguntamos por qué a mí, por qué ahora,…nunca había oído esa frase de Marco Aurelio que has escrito pero me ha gustado mucho. Cuando encuentras a vecinos y gente que sabía que estaba fuera siempre nos dicen los mismo: “qué faena, qué mala suerte, ..“ pero en realidad suelo contestar: “Bueno, hemos disfrutado al menos 4 meses, hemos vuelto sanos y salvos y todo mi familia (incluidos abuelos) estamos bien. Mis padres continúan sus trabajos, no nos falta nada, tengo mucho trabajo del instituto, pero también tengo mi portátil y mi wifi que va fenomenal”. Supongo que eso es lo de ver el vaso medio lleno o medio vacío.
Es una buena idea que nos aplaudamos todos, aunque uno cumpla su obligación por sentido propio, a veces gusta que se nos reconozca ya que si no casi se hace por inercia y la Desgana viene pronto, así que gracias por tu comentario y por esa frase de Marco Aurelio. Yo añado esta otra de Albert Einstein: “La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”.
Con respecto a la música que comentas: El Doctor Zhivago (la película es de 1965), es una película dirigida por David Lean y protagonizada por Omar Sharif. Se trata de un drama, basado en la novela del mismo nombre que publicó el ruso Borís Pasternak en 1957 y que por lo que consiguió el Premio Nobel de Literatura un año más tarde. La película obtuvo cinco premios Óscar y fue nominada a otros cinco. Fue una película muy popular, y a partir de 2010 se la consideró en los Estados Unidos la octava película más taquillera de todos los tiempos.
Resumir el argumento de la película es muy complicado ya que se suceden muchos tiempos distintos (desde la revolución de 1905, la abdicación del zar en 1917, guerra civil rusa, fin de la NEP, segunda guerra mundial, …). La película dura más de 3 horas (197 minutos).
De forma muy rápida podría decirse que la historia comienza con la búsqueda que realiza el teniente general de la KGB Yevgraf Andréyevich Zhivago de la hija ilegítima de su medio hermano, el poeta y médico Yuri Andréyevich Zhivago (protagonista y el que da nombre a la película, Doctor Zhivago), y de su amante Lara. Yevgraf cree que una joven llamada Tonya Komaróvskaya, quien trabaja en una presa hidroeléctrica soviética, puede ser su sobrina.
La película finaliza con el regreso a la escena primera, donde Tonya Komaróvskaya dice no recordar su infancia. Lo importante es que en la escena final, la muchacha se aleja llevando una balalaika al hombro y le preguntan si la sabe tocar. El novio le responde que es una virtuosa y que había aprendido por sí misma. Yevgraf comenta con cierta admiración: "¡Entonces es un don!" La escena está cargada de simbolismo, ya que la madre de Yuri (el doctor Zhivago), María Nikoláievna, también interpretaba con maestría el instrumento y se decía que tenía el don. La balalaika es un instrumento musical ruso.
Maurice Jarre fue el compositor de la música del 'Doctor Zhivago', quien empleó la balalaika como instrumento añadido a la orquesta para la banda sonora de esta película. El sonido de ese instrumento recuerda el frío y los grandes parajes de Rusia. La balalaika está presente en uno de los temas principales de la película, el tema de Lara: https://www.youtube.com/watch?v=d7-58Pq5Ze0
Juan Estalrich 3ºB
A mí me parece muy bien aplaudir por las sanitarios porque son los que nos están cuidando y los que están arriesgando su vida en "la primera línea de batalla" de esta enfermedad. También son los que están viendo las imágenes más crudas de todo esto: ven el dolor de los pacientes e incluso su muerte.
ResponderEliminarPero es verdad que otras personas también merecen nuestros aplausos porque, aunque de distinta manera, también están luchando con este virus, con el confinamiento que ha provocado, etc.
Incluso aplaudir por nosotros mismos y por nuestros compañeros y también por nuestros profesores porque también es un gran esfuerzo seguir estudiando de esta manera y el aplaudir es una manera de animarnos a seguir "peleando".
Adrián Borjas Ayllón 3º A.
Buenas tardes Cecilia, soy Izan Roces Garcia de 3ºB. Muchas gracias por incluirnos en tu aplauso de las 8 y sobre todo por compartir con nosotros tu ingenio y positividad. A través de tus relatos y melodías nos haces reflexionar sobre la situación tan extraña que estamos viviendo y a la vez nos empujas a seguir hacia adelante. Estoy seguro todo esto no está siendo fácil como profesores y más aún tirar de nosotros en muchos sentidos, por eso, mi aplauso de las 8 también irá por vosotros.
ResponderEliminarMuchas gracias por todo.
Un saludo
Izan
En primer lugar el aplauso siempre debe de ser para los sanitarios que han luchado por nosotros, para los profesores y para nuetros padres que muchos se quedaron en casa sin trabajo y sin saber que va ha pasar, y dandonos ánimo y apoyo para cumplir con nuestras obligaciones que ahora nos cuesta mucho más que cuando estamos en el instituto y en mi caso particular no tenia wifi por una averia hasta casi un mes después. Pero ahora veo las cosas de otra manera más positivo y con ganas de volver a la normalidad en cuanto antes.
ResponderEliminarGracias.
Un saludo.
David Jiménez Hidalgo de1 pmar
Hola Cecilia, soy Carlos Yañez de 3ºD.En mi casa estamos aplaudiendo desde el primer día a todo el mundo , lo hacemos en general para todo el mundo que aunque sea con un mínimo gesto esta ayudando en esta pandemia y así tiene que ser ahora mas que nunca tenemos que estar todos unidos y ayudarnos entre nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Cecilia, soy Nerea Díaz García, alumna de 3ºA.
ResponderEliminarAhora mucha gente ya no aplaude porque dicen que ya no es necesario, yo si lo sigo haciendo, y creo que la gente también debería.
Deberíamos seguir aplaudiendo no solo por haber conseguido salir adelante, sino también en memoria de todos los fallecidos y afectados por el covid-19, y también como un continuo agradecimiento a todos los sanitarios, no solo por esta labor que han hecho y siguen haciendo, sino también por todo lo que han hecho por nosotros durante mucho tiempo, curándonos, ayudándonos, salvándonos, etc., por su continuo y constante esfuerzo.
También aplaudo por mí, por mi familia y por toda la gente que durante este tiempo ha estado confinada en su casa, porque sin saberlo, ayudaban mucho a detener la expansión de la epidemia, siendo valientes y manteniéndose fuertes, a la vez que apoyando a sanitarios y afectados y solidarizándose con las personas que necesitaban ayuda en esos momentos difíciles.
Un saludo, Nerea.