B DE BEBER, DICCIONARIO DE MÚSICA Y EMOCIONES

Hola de nuevo,
esta semana os propongo empezar con un brindis, el famoso brindis de la ópera La Traviata:"Bebamos alegremente de este vaso/resplandeciente de belleza y que este breve momento/ nos llene de deleite"

Muchas obras musicales incluyen pasajes en los que es importante beber, brindar con una copa o sencillamente tomar un café, como en la famosa cantata de Juan Sebastian Bach: "¿Qué sería de mí sin mis tres tazas de café diario?" ¡Qué risa! Es que parece que la obra se ha escrito ayer.

Hay una ópera, llamada "El elixir de amor", en que el protagonista compra un bebedizo (el elixir del título) creyendo que le hará irresistible. El pobre está muy enamorado pero la chica que le gusta no le hace caso. Tras beberlo, se pone tan contento y está tan seguro de sí mismo que acaba por llamar la atención de su amada y finalmente por conquistarla. Lo mejor de todo es que lo que le han vendido como si fuera un jugo mágico es sólo una botellita de vino.

 La obra, como imaginaréis, es bastante cómica pero habla de un interesante experimento psicológico. Resulta que sólo cuando Nemorino, el joven enamorado, cree  firmemente en su poder de conquistar a cualquier mujer es cuando lo consigue. 
A menudo veo en mis clases  alumnos faltos confianza. Gente con mucho talento pero que se tiene en poca estima. No lo vamos a solucionar con alcohol, claro. Pero sí que os recomiendo una fuerte dosis del elixir de la confianza en uno mismo. No viene embotellada. Tendrás que fabricarla tú mismo con paciencia y cariño, persuadido de que nada es tan malo como parece ni tan difícil que no se pueda conseguir. Está demostrado que, si cuando estás preparando un examen te repites continuamente que podrías suspender, tus posibilidades de éxito disminuyen. Si cuando vas a salir con los amigos te miras al espejo y te encuentras mil defectos no esperes que los demás te encuentren atractivo. El atractivo nace de la confianza interior. No de una confianza ciega y obtusa, como sería no preparar bien tus exámenes o no peinarte ni asearte. Sino de la capacidad de ver el lado positivo, y por qué no, cómico, de la mayoría de las situaciones que enfrentamos. Porque es diferente la confianza ciega, que consistiría en saltar al vacío con intención de volar, de la confianza en uno mismo que consiste en seguir adelante convencidos de que somos valiosos, únicos y dignos de amor. Como mínimo, de ese amor propio que nadie te puede arrebatar...salvo tú mismo. Un abrazo Cecilia.

"Todos en algún momento pensamos que las cosas no van a salir como nosotros queremos por ello tenemos que tener confianza en nosotros mismos ante cualquier situación, sabiendo que todo tiene solución" Carlos Yáñez, 3º ESO