El artista alemán
PHILIPP FRÖHLICH ha creado este mes para la revista Harper´s Bazaar una portada que, él mismo lo cuenta, está inspirada en la historia de La bella durmiente:
"Viendo desde mi ventana que todo está tan vacío, sin apenas ningún tipo de movimiento en la calle normalmente tan frecuentada, recuerdo el famoso cuento en el que se duerme todo el castillo detrás de un enorme zarzal durante cien años. Estoy esperando el momento en que todo se despierte y podamos salir de esta hibernación".
He conectado rápidamente con la idea de Fröhlich ya que, como recordarán mis amables lectores, el sueño de la princesa y de todo el castillo era un sueño protector. Fuera amenazaban el bosque de espinas, el dragón, la bruja Maléfica. Hoy nos recluimos en nuestras casas para protegernos de ese otro bosque de espinas llamado pandemia, virus, contagio. De pronto, como en un sueño, nos ha rodeado un paisaje sonoro distinto: ya no escuchamos constantemente el rumor del los coches y autobuses, ni los adolescentes atruenan con su música el parque vecino al atardecer, ni las bocinas de los hinchas del club de fútbol jalean con estrépito los éxitos del equipo. Desde hace semanas sólo escucho pájaros, el rumor del viento, las pisadas de algún viandante apresurado. Hay belleza en este sueño, aunque nos cueste reconocerlo. Deseamos volver a nuestra vida de antes, yo la primera. Pero algo del sosiego, la calma y la lentitud de estos días deberían permanecer con nosotros en el futuro. Me he sentado al piano ayer y la melodía del ballet de Tchaikovsky, La bella durmiente, ha acudido a mi encuentro solicitándome amablemente que la compartiera con vosotros. Aquí está, junto con el abrazo que no dejo de enviaros todas las semanas. Me gustaría creer que, en medio de tanta tristeza y preocupación, también vosotros percibís esta otra música que tanta falta nos hacía, esta manera más respetuosa de convivir , el rumor de la bici en una calle casi vacía, ese pájaro en su rama.
Nerea Díaz 3º A: Nadie quiere volver a dormir profundamente, por eso tenemos que despertarnos y volver “a la vida” despacio, siendo conscientes de nuestras acciones y de las consecuencias que conllevan.
Mariam EL Haouachi 2º A: Estamos en un sueño profundo (...) si miramos a nuestro alrededor podemos perfectamente identificar los pros y los contras, por ejemplo una de la mejoras que han habido: es la disminución de la contaminación, el reconocer más la importancia de los institutos, o el querer mucho más a los familiares que tenemos lejos. Aunque tampoco dejemos de lado los contras: el contagio, las muertes, etc. (...) cuando todo esto acabe y recuperemos la libertad que teníamos, no solo volveremos a la normalidad, volveremos siendo personas mucho mejores.